El Cairo, 25 mar.- La cumbre anual de jefes de Estado y de Gobierno árabes arranca mañana en Doha con la atención centrada en el conflicto sirio y, en especial, en la futura representación de los opositores al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en la Liga Árabe.
En la XXIV edición de la cumbre árabe, que dura dos días, participarán unos dieciséis jefes de Estado, entre ellos el presidente egipcio, Mohamed Mursi, y el rey Abdalá II de Jordania.
Por razones de salud faltarán a la cita el rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz; y los presidentes de Emiratos, jeque Jalifa bin Zayed al Nahyan; de Argelia, Abdelaziz Buteflika; y de Irak, Yalal Talabani, que serán sustituidos por responsables del Gobierno.
Los líderes árabes deberán decidir si la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora, pasa a ocupar el asiento de Siria en la organización panárabe, que en noviembre de 2011 suspendió la participación del régimen de Al Asad en rechazo de la represión gubernamental.
Las aspiraciones de los opositores representados en la CNFROS se habían topado con la oposición de países como Argelia o Irak y las exigencias árabes para que formara un gobierno interino, aún sin completar.
Sin embargo, cuando parecía que el camino se iba allanando, el presidente de la alianza, Muaz al Jatib, presentó su dimisión.
La sorpresiva renuncia ayer del líder opositor en protesta por la supuesta falta de apoyo internacional coincidió con la reunión en la que los ministros árabes de Asuntos Exteriores negociaban la resolución que finalmente se adoptará en la cumbre.
Como invitado al encuentro, Al Jatib dijo hoy que ofrecerá el discurso previsto "en nombre del pueblo sirio", si bien desde la CNFROS han rechazado la dimisión de su presidente e insisten en que este asiste a la cumbre en calidad de representante de la coalición.
Junto a él también viajaron a Doha el recientemente elegido jefe del Gobierno interino de la oposición, Gasan Hito, y los dirigentes de la alianza George Sabra, Soher al Atrasi y Mustafa Sabag.
El embajador de la CNFROS en Catar, Nizar al Haraki, aseguró hoy a Efe que Al Jatib ocupará el sillón de Siria en la cumbre y en la Liga Árabe, y que la bandera revolucionaria siria se colocará junto a las de los demás países.
La coalición, que abarca a numerosos grupos opositores a excepción de algunos del interior de Siria, se juega su futuro político en la escena política regional e internacional, mientras sigue alzando la voz para que se incremente la ayuda militar a los insurgentes para vencer a Al Asad.
Siria sigue sumergida en la violencia, que cada vez es más intensa en Damasco, donde los insurgentes lanzaron hoy obuses contra edificios importantes del corazón de la capital.
Pese a las últimas tensiones, los países árabes quieren dar una imagen de unidad en la cumbre de cara al sangriento conflicto en Siria, que será el principal asunto de la agenda, según fuentes de la Liga Árabe.
Los líderes árabes también analizarán la reforma de la organización panárabe y la causa palestina.
Como en otras ocasiones, se espera que denuncien las "agresiones" israelíes contra el pueblo palestino y reclamen el derecho de este último a lograr el establecimiento de un Estado pleno palestino.
A Doha, donde se han reforzado las medidas de seguridad, han llegado ya los presidentes de Palestina, Mahmud Abás; Túnez, Moncef Marzouki; Sudán, Omar al Bachir; Líbano, Michel Suleiman, y Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi.
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