De la crisis de las vallas a la de los cayucos: los años clave de la inmigración

    • En 2005 se registró una enorme presión migratoria en las vallas. En 2006, se cambió por los cayucos.
    • Las rutas de la inmigración varían según las políticas.

Un grupo de inmigrantes llega a la costa en cayuco
Un grupo de inmigrantes llega a la costa en cayuco
L.S.

En 2004 se registraba el primer asalto a la valla, en Melilla. Desde entonces, la presión sobre la frontera de Ceuta y Melilla ha registrado múltiples variaciones. 2005 fue un año crítico y dio lugar a lo que se llamó "crisis de las vallas". Ese año, más de 5.500 inmigrantes accedieron a territorio español a través de las vallas de Ceuta y Melilla, y se llegaron a registrar intentos de asalto masivo con varios grupos de hasta 600 inmigrantes saltando simultáneamente. La presión derivó en una polémica, cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero decidió instalar cuchillas en las vallas que provocaban graves cortes a los inmigrantes. Las críticas obligaron al Ejecutivo a dar marcha atrás, aunque no se retiraron, de forma parcial, hasta un año después.

2013. Llegaron a Ceuta y Melilla más de 3.600 inmigrantes irregulares, la cifra más alta desde 2005. 4.370 personas lo hicieron a través de las costas.2012. En 2012 llegaron a las costas españolas 3.804 inmigrantes, un 30 por ciento menos que en 2011. La reducción, ese año, fue especialmente importante en Canarias. "Podemos decir que se ha cerrado la fachada atlántica como vía de entrada de inmigrantes irregulares", dijo entonces el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. 2.208 personas lo intentaron a través de Ceuta y Melilla. 2012 fue un año conflictivo en inmigración, porque muchos irregulares intentaron atravesar la frontera a través de islas de soberanía española frente a las costas marroquíes, como Isla de Tierra, en la bahía de Alhucemas. El Gobierno aplica una política de devoluciones masiva, denuncian las ONGs, y sin garantías.

2011 Ese año llegaron a costas españolas 5.443 personas, un 50 por ciento más que en 2010. La cifra supuso romper la tendencia descendente de la llegada de inmigrantes irregulares en cuatro años. La presión fue importante en Ceuta y Melilla, donde se duplicó el número de personas que accedieron por estas ciudades en relación al año anterior (3.345 inmigrantes). Interior atribuyó el aumento de lelgadas a los movimientos de personas como consecuencia de la "Primavera árabe".

2010. Fue un año especialmente significativo en la disminución de la entrada de inmigrantes, registrándose la menor cifra de toda la década. En este año llegaron a España 3.632 inmigrantes por medio de embarcaciones, un 50'1 por ciento menos que en 2009. En Canarias, la reducción fue superior al 90 por ciento, la cifra más baja desde 1997. Ceuta y Melilla registraron la entrada de 1577 personas.

2009. 1.086 personas intentan entrar a España a través de Ceuta y Melilla. 5.039 lo hacen a través de pateras y cayucos a las costas españolas. Se endurecen las medidas de control fronterizas.

2008. 13.424 inmigrantes intentaron ese año llegar a las costas españolas a través de cayucos y pateras, un 25'6 por ciento menos que el año anterior. 1198 personas intentan entrar a través de Ceuta y Melilla.

2007. La entrada a través de cayuco comienza a suavizarse y no alcanza la magnitud del alño anterior. Aún así, 18.057 personas llegan a España (un descenso del 54 por ciento). 1.587 inmigrantes intentan acceder a través de Ceuta y Melilla

2006. La entrada de inmigrantes irregulares a través de las dos ciudades autónomas se suavizó en relación a la crisis del año anterior. 2042 inmigrantes entraron ese año a través de Ceuta y Melilla. Sin embargo, 2006 fue el año de la llamada "crisis de los cayucos". Las costas españolas se vieron desbordadas con la llegada de 39.180 irregulares, principalmente Canarias.

2005. Fue un año especialmente crítico en Ceuta y Melilla, llegándose a contabilizar hasta 5.551 irregulares. Durante "la crisis de las vallas" se registró el intento más masivo de entrada en Melilla, de 700 inmigrantes. Las ONGs denunciaron la represión de las autoridades, en especial las marroquíes, para repeler los asaltos.

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