Madrid.- La todavía vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha declinado hacer comentario alguno sobre la remodelación del Gobierno que la deja fuera a ella, aunque sí ha asegurado a los periodistas que se encuentra "fenomenal".
Minutos antes, dentro del hemiciclo y después de votar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos de 2011, la ministra de Economía, Elena Salgado, se ha fundido en un emotivo abrazo con De la Vega, en un gesto de "cariño", según ha explicado después.
Salgado, la única ministra que se mantiene junto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, desde 2004, ha mantenido la misma postura y no ha comentado los cambios hasta que no lo haga el jefe del Ejecutivo.
Tampoco lo ha hecho el responsable de Interior y próximo vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien los informadores le han dado la enhorabuena tras la votación por su nueva responsabilidad, pero él, cercado por la prensa, no se ha dado por aludido y sólo pedía que le dejaran salir del Congreso.
Uno por uno han ido abandonando el hemiciclo todos los ministros, pero ninguno ha querido hablar de los relevos en el Ejecutivo hasta que Zapatero no lo anunciara y únicamente la titular de Defensa, Carme Chacón, a su llegada a la Cámara, se ha atrevido a analizar y "celebrar" los cambios.
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