El 'debate de los indecisos' en diez claves

  • Rajoy sabe que acude a un "todos contra uno". Iglesias busca el 'cara a cara' con el líder del PP.

    Sánchez se disputa la izquierda frente a Podemos. Se espera a un Rivera menos conciliador. 

Los jefes de campaña, en su visita al plató del debate, este lunes.
Los jefes de campaña, en su visita al plató del debate, este lunes.

Las dos horas más importantes de la campaña. Así planean los equipos de cada candidato el debate que este lunes enfrenta a los cuatro 'presidenciables'. Una cita histórica por ser la primera vez que cuatro aspirantes a La Moncloa se enfrentan en un formato de este tipo y única porque será la última vez que lo hagan en estas elecciones, aunque con una relevancia discutida.

Según el CIS, el 32'4 por ciento de españoles que dicen que van a votar, no tienen aún decidido a quién. Ellos serán el principal objetivo de los mensajes de esta noche. Se trata de convencer. Y también, de no defraudar a los 'fieles'.

1. ¿Un debate decisivo? Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de valorar hasta qué punto puede influir un debate. Sí es cierto que, en esta ocasión, lo inédito de la cita electoral deposita en él mayores expectativas. Permite concentrar las propuestas y los ganchos de campaña para una ciudadanía que, cansada tras meses de negociaciones fallidas, no seguirá con la misma atención de diciembre los mitines ni las apariciones públicas de los candidatos.

2. “Todos contra mí”: Es la idea con la que acudirá el candidato del PP, que se estrena en un debate de este tipo. Mariano Rajoy espera un debate crispado en torno a su persona, en temas como la política de ajuste económico, la corrupción o el inmovilismo para alcanzar un pacto de gobierno. Insistirá en la idea de que el PP es el único partido que garantiza la estabilidad y el crecimiento, echará mano de los logros económicos y rebatirá a los emergentes por la vía de la experiencia.

3. Posible pacto de silencio sobre corrupción: Ni al PP le interesa hablar de la corrupción del PSOE, ni al PSOE hablar de la corrupción del PP. Los populares tienen aún sangrante el caso Barberá, los socialistas, a Chávez y Griñán... Por eso, no es de esperar un ataque enconado en este punto. Al menos, de entrada. Este tema fue, no obstante, el que protagonizó la mayor bronca en el pasado debate, cuando Sánchez calificó de “indecente” a Rajoy ante los casos de corrupción en su partido.

4. PSOE y Podemos, a por la socialdemocracia: Iglesias y Sánchez tienen un espacio en disputa, el de la socialdemocracia. Un electorado jugoso, que viene a corresponder al centro-izquierda. La reclamación es uno de los grandes lemas de campaña de Unidos Podemos, que trata de desligarse así de la etiqueta “comunista” del pacto con IU. Sánchez, por su parte, se reivindica como la izquierda auténtica, el socialismo histórico. ¿Quién gana?

5. Podemos, el cara a cara con Rajoy: A Iglesias le interesa ningunear a Sánchez y a Rivera. El objetivo: presentar a Unidos Podemos como la única alternativa al PP y la auténtica fuerza de la oposición. Así, el líder morado buscará sobre todo a Rajoy y destacará sus críticas a la gestión del PP. No le interesa ser muy duro con Sánchez, al que le volverá a tender la mano para un pacto.

6. Rivera busca su sitio: Huyen de la derecha o la izquierda, pero en Ciudadanos saben que la indefinición les acabará pasando factura. Rivera ha dejado de lado el tono conciliador de la pasada campaña para pasar al ataque sin diferenciación. Se muestra especialmente combativo con Podemos, pero también tiene reproches para el PSOE, a quien afea su apoyo a los morados en las denominadas 'alcaldías del cambio'.

7. Mucho ruido y pocas propuestas: A estas alturas de la película, los ciudadanos ya saben cuáles son las propuestas de cada partido, o al menos se suponen. Por eso, el debate se plantea más bien como una forma de desacreditar al rival. Todos se guardan una artillería de duras contrarréplicas para responder a las balas del adversario.

8. A 'robar' votantes al rival: Rajoy quiere recuperar los votantes que el 20-D se fugaron a Ciudadanos, unos 600.000. Rivera pelea por los socialistas que en diciembre se quedaron en casa, en torno al medio millón. El PSOE, por recuperar a aquellos que apostaron por Podemos y que ahora se sienten decepcionados... Los candidatos acuden con estos cálculos a la cita de esta noche, a sabiendas de que la aritmética electoral es imperfecta. Se estima que hasta un tercio de los españoles se queden en la abstención, que puede alcanzar cifras de récord.

9. ¿Con quién piensa usted pactar?: Es el asunto que más interés despierta, sin ninguna duda. Sabido el discurso de cada candidato en economía o medidas de regeneración, los ciudadanos quieren saber con quién piensan pactar tras el 26-J. El tema forma parte del último bloque. Si fuese el primero, condicionaría sin duda todos los ataques posteriores. ¿Cómo atacar al futuro socio?

10. La actitud, más importante que las palabras: Más allá de la gestualidad, el tono que muestra cada candidato es uno de los aspectos que más recuerdan los electores. A Iglesias se le ha reprochado en varios casos su soberbia, que intenta combatir esta vez con una campaña mucho más edulcorada. A Rajoy, su inmovilismo y retranca gallega. Sánchez suele mostrar cierta agresividad en estas ocasiones. Y Rivera no oculta que los nervios, y su reconocida hiperactividad, también le pueden jugar malas pasadas.

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