Toronto (Canadá), 19 dic.- Un panel de investigación dictaminó hoy fue un homicidio y no un suicidio la muerte en 2007 de Ashley Smith, una adolescente que se ahorcó mientras se encontraba encarcelada y era observada por funcionarios de prisiones.
La muerte de Smith saltó a las portadas de muchos medios de comunicación internacionales cuando durante la investigación de su muerte, las autoridades judiciales autorizaron la publicación de vídeos en los que se recogía el brutal tratamiento que la joven de 19 años de edad recibió durante su encarcelamiento.
Smith, quien fue encarcelada por primera vez en 2003 por arrojar manzanas a un cartero, sufría problemas mentales y para llamar la atención de los funcionarios de prisiones se autolesionaba e intentaba suicidarse.
El día de su muerte, el 19 de octubre de 2007, Smith se colocó una cuerda en su cuello mientras era observada por varios funcionarios de prisiones que contemplaron de forma pasiva como se ahorcaba.
Durante la investigación de la muerte de Smith se supo que los funcionarios de prisiones recibieron órdenes de sus superiores de no actuar mientras la joven siguiese respirando.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, declaró en 2012 que las acciones del Servicio de Instituciones Penitenciarias fueron "completamente inaceptables", pero al mismo tiempo su ministro de Seguridad Pública, Vic Toews, acusó a los que solicitaron la investigación de su muerte de estar de parte de criminales.
Hoy un panel forense compuesto por cinco jurados dictaminó que el fallecimiento de Smith fue un homicidio, definido como la muerte de una persona por la acción u omisión de otra, y no un suicidio.
El panel también realizó 104 recomendaciones sobre cómo mejorar el tratamiento que los presos con enfermedades mentales reciben en las cárceles canadienses.
El veredicto del panel también abre la puerta para que se inicie una investigación criminal sobre las acciones de los responsables de la prisión en la que murió Smith y que ordenaron a los funcionarios que no actuasen.
El abogado de la familia de Smith, Julian Falconer, dijo tras conocerse el veredicto que "los que dieron la orden de no entrar en su celda, el director de la prisión, el subdirector y sus superiores, tienen que ser realmente investigados".
Un informe publicado este año señaló que desde 2007 los incidentes de autolesiones en las prisiones canadienses se han triplicado.
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