Desarticulan en Cuba venta ilegal de medicinas para uso como drogas

  • Varias personas dedicadas al comercio ilegal de medicamentos para su venta como drogas y a su elaboración por métodos artesanales con materias primas falsas y contaminadas fueron desarticuladas en La Habana, reveló hoy el periódico oficial Juventud Rebelde.

La Habana, 22 ene.- Varias personas dedicadas al comercio ilegal de medicamentos para su venta como drogas y a su elaboración por métodos artesanales con materias primas falsas y contaminadas fueron desarticuladas en La Habana, reveló hoy el periódico oficial Juventud Rebelde.

Operarios y empleados de tres laboratorios farmacéuticos estatales de La Habana que estaban vinculados a expendedores ilegales fueron detenidos por la policía y procesados, según el reportaje que advierte a quienes adquieren medicamentos por "la calle" o "la izquierda", términos que se utilizan popularmente en Cuba para referirse al mercado negro.

"La indisciplina, la desorganización y el descontrol son brechas que abren paso a fenómenos de gran peligrosidad social como la venta ilícita de medicamentos", subrayó el diario.

Además llamó a estar "atentos a esa cadena" que tiene como "último eslabón" al "incauto" que compra fuera de los espacios autorizados y consume medicinas al margen de las prescripciones médicas.

En estos casos cita el tráfico de tabletas de Benadrilina, un medicamento indicado generalmente para procesos de intoxicaciones y alergias, que eran envasadas y vendidas como Parkisonil (droga estupefaciente), y del robo de un lote de 656.570 tabletas de Meprobamato (relajante muscular) que estaban destinados a la incineración por haberse contaminado con una bacteria.

En uno de los casos descubiertos los implicados sustraían etiquetas, tabletas a granel y las piezas de una máquina que convirtieron en una pequeña prensa o "blisteadora", que les permitía confeccionar en un taller artesanal los envases para las falsas tabletas de Parkisonil.

El artículo señala también que en uno de los grupos desarticulados se les ocuparon diez kilogramos de Parkisonil al que habían añadido almidón de maíz con el propósito de aumentar su volumen y que podrían convertir una vez envasados en 47.000 dosis de una droga que algunos consumidores identificaban como "principio activo".

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