Último jefe militar de ETA, señalado como "uno de los autores de los disparos mortales", Mikel Carrera Sarobe, "Ata", de 43 años, fue condenado a la pena más dura, a perpetuidad, de acuerdo la requisitoria. Su ADN fue encontrado en un casquillo de bala en el lugar del tiroteo.
En cambio, a Xabier Goyenechea Iragorri, de 35 años, también en principio acusado de asesinato, se le levantó este cargo y fue condenado a 14 años de reclusión criminal por su participación en el asalto previo al tiroteo.
La fiscalía, que señalaba a este último como el encargado del "departamento técnico logístico" de ETA, de acuerdo a información brindada por Madrid, no podía haber sido el segundo tirador según las pruebas presentadas, y había pedido para él una pena de 18 años de prisión.
Desde el 2 de noviembre, el tribunal de lo penal de París, integrado por magistrados profesionales, juzgaba a los seis acusados (5 hombres y 1 mujer) por el asesinato del brigadier jefe Jean-Serge Nérin, de 52 años de edad, el único policía francés muerto por las balas de ETA, y la última de las 859 víctimas mortales en nombre de la lucha por la independencia del País Vasco.
ETA admitió estar detrás del tiroteo que costó la vida al policía francés durante un control de identidad, pero aseguró que se produjo "en contra de su voluntad" y acusó a la policía francesa de haber disparado primero.
Según la acusación, el 16 de marzo de 2010 el grupo habría asaltado un depósito de venta de autos y secuestrado a un empleado para después huir con varios vehículos, antes de ser sometidos a un control de identidad que desató el tiroteo.
Éste tuvo lugar en Villiers-en-Bière, en la región parisina.
Al juzgarlos, el tribunal consideró que todos eran culpables de participación en asalto consumado, con circunstancias agravantes, pertenencia a banda armada y vinculada a una organización terrorista.
El segundo personaje central de este drama, Arkaitz Aguirregabiria del Barrio, de 32 años, fue condenado a 25 años de reclusión criminal. Presentado como el exlugarteniente de Sarobe, fue formalmente reconocido por el empleado del lugar donde robaron los autos. Fue también quien desencadenó el tiroteo, según el fiscal general, que había pedido una condena de 30 años contra él.
Joseba Fernández Aspurz, de 32 años, el único arrestado en el lugar, fue condenado a 16 años de prisión, al igual que Iosu Urbieta Alcorta, de 37. La fiscalía había solicitado penas de 25 años para ambos.
Finalmente, Izaskun Lesaca Argüelles, de 40 años, única mujes entre los seis acusados, fue condenada a 14 años de reclusión criminal, contra los 18 requeridos por el fiscal del caso.
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