Darrian Amaker, una joven fotógrafa estadounidense de 24 años, se sintió al borde de la muerte tras ser golpeada salvajemente por su novio. Los malos tratos, que se extendieron con distinta intensidad a lo largo de diez horas, acabaron con ella en el hospital.
Pasó cuatro días en el hospital con los ojos cerrados por la hinchazón que provocaron las agresiones, y haciéndose repetidas veces una pregunta sin respuesta: "¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?".
Cuando hizo acopio de fuerzas para incorporarse, pidió un espejo a fin de verse la cara. Se vio tan distinta que llegó a pensar que los hematomas que sufría en la cabeza habían alterado su capacidad de percibir bien la realidad. Pero no era así. Su sentido de la vista no fallaba.
La médico que la atendía le explicó con delicadeza que había sido tal el daño infligido y la cantidad de hueso que se había roto, que al reconstruir el rostro vieron que había aumentado un centímetro y medio de ancho."Encontró su propio camino"
En un mensaje de Facebook que compartió con los usuarios de esta red social, entre ellos la Comisión Nacional contra la Violencia Doméstica de EEUU (la asociación que defiende los derechos de las mujeres víctimas de la violencia de género) Darrian tranquilizó a sus amigos: "Estoy físicamente bien, mi exnovio ha sido formalmente acusado de seis delitos graves y se enfrenta varios años de cárcel". Además, una canción que grabó sobre su terrible experiencia cuando estuvo en condiciones para hacerlo.
"Tenía al diablo delante de ella", canta Darrian con su dulce voz."Encontró su propio camino en la ciudad, y ya no recibe más abusos".
La canción ha recibido los aplausos de muchos usuarios, especialmente mujeres, que han mostrado su solidaridad con Darrian por el terrible ataque al que se vio sometida.
"He pasado mi vida recogiendo historias humanas. Soy cantante, fotógrafo, escritora... hago cosas. Regalo cosas. Por primera vez he vivido una historia inhumana y estoy profundamente tocada", declara Darrian.
La joven víctima reconoce que no es muy aficionada a grabar vídeos de ella misma, pero después de lo sucedido era lo único quería hacer en el hospital. "Era importante hacer algo, un pequeño triunfo para salvar mi corazón naufragado". Darrian afirma que la sociedad no debe tratar la violencia doméstica como un asunto lejano: "Afecta a la gente que conoces, gente encantadora, gente que canta, gente que ama... las personas que amamos no debemos tolerar el abuso, las que vivimos debemos facilitar la vida".
"Ella recuerda la noche en que la dejó tras su borrachera, y no miró atrás ni una sola vez". Es otro de los versos de Darrian, que espera comenzar una nueva vida tras esta inolvidable experiencia.
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