Los hechos ocurrieron en un bar del Casco Antiguo de la capital navarra, cuando dos de los detenidos presuntamente aprovecharon el descuido de una clienta para llevarse su bolso, que había colgado en una de las sillas del interior del establecimiento, según ha informado la Policía Foral en una nota.
Aunque desconocía quién podía ser el autor del hurto, la víctima acudió a la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano de Policía Foral en la Plaza del Castillo, donde interpuso la denuncia correspondiente. En ella indicó que en el exterior del bar había encontrado el bolso tirado en el suelo, y que echaba en falta 30 euros y un teléfono iPhone 6.
Una patrulla de paisano se desplazó hasta el local, donde visualizó las grabaciones de las cámaras de seguridad. Los agentes tomaron nota de las características físicas de los dos presuntos autores así como de la vestimenta que llevaban.
A pesar de que una de ellas se había cambiado de ropa, fueron localizados minutos más tarde en la Plaza del Ayuntamiento, en compañía de una tercera persona. Los agentes identificaron a los sospechosos y averiguaron que disponían de un vehículo aparcado en las inmediaciones. En su interior localizaron el teléfono sustraído (que fue devuelto a su propietaria) y otro smartphone de gama alta escondido en el hueco de la rueda de repuesto, cuya procedencia no pudieron justificar.
Además, entre las pertenencias de la mujer se localizaron más de 300 euros y diversos artículos de souvernirs, que por investigaciones posteriores se consiguió determinar que fueron robados de distintas tiendas de Pamplona.
Se encarga de las diligencias el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona.
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