Los ex primer ministros François Fillon y Alain Juppé, que se enfrentarán el próximo domingo en la segunda vuelta de las primarias de la derecha francesa, proponen recortes drásticos y el fin de la semana laboral de 35 horas.
Aunque concuerdan en su proyecto económico liberal, discrepan en varios puntos de política exterior y en temas de sociedad.
Frente a un crecimiento débil y una tasa de desempleo de 10% en Francia, ambos candidatos proponen el fin de la semana laboral de 35 horas.
François Fillon quiere regresar a la semana de 39 horas en la función pública y dejar que las empresas del sector privado negocien en interno las horas de trabajo semanal con un límite de 48 horas. Juppé quiere acotar la semana laboral a 39 horas.
Ambos planean suprimir el Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna (ISF), llevar a cabo recortes drásticos del gasto público, aumentar el IVA (dos puntos Fillon, uno Juppé) y retrasar la edad de jubilación de 62 a 65 años.
Fillon, partidario de un choque liberal, propone suprimir 500.000 empleos públicos en cinco años. Su rival habla de una reducción de entre 200.000 a 300.000 funcionarios.
François Fillon desea "restablecer la autoridad del Estado" otorgando un paquete de 12.000 millones de euros adicionales para la policía y la justicia.
Quiere impedir que los yihadistas que fueron a combatir a Siria regresen a Francia y está a favor de retirarles la nacionalidad francesa. Se ha posicionado a favor de expulsar a los extranjeros "que pertenecen a redes terrorista".
Alain Juppé prefiere 10.000 policías y gendarmes adicionales en el terreno, "expulsar a los extranjeros radicalizados que han sido condenados" y poner en arresto domiciliario a los individuos radicalizados y considerados peligrosos.
Fillon está a favor de un acercamiento estratégico con Rusia y Siria. Quiere levantar el embargo impuesto a Moscú tras la anexión de Crimea y cooperar con Rusia sobre el conflicto sirio. Se posiciona a favor de una alianza con el presidente sirio Bashar al Asad y una coalición con Rusia para erradicar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Juppé es favorable a dialogar con Moscú pero mantiene una posición crítica con la política llevada a cabo por el Kremlin en Siria. Condena los bombardeos rusos sobre Alepo y la alianza del presidente ruso Vladimir Putin con el régimen de Asad. Se opone a una intervención militar terrestre en Siria.
Ambos están a favor de la adopción de cuotas para la inmigración. Juppé quiere endurecer las condiciones para obtener la nacionalidad francesa, mientras que Fillon sugiere que los extranjeros tengan un acceso limitado a las prestaciones de seguridad social.
Fillon, que estima que existe "un aumento del integrismo musulmán en Francia" propone la prohibición del burkini, el traje de baño islámico.
Juppé plantea la creación de un código que compile "valores no negociables" y "un pacto con los musulmanes" sobre el financiamiento de las mezquitas en Francia y la formación de los imanes.
Ninguno de los dos candidatos modificará la ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo adoptada en 2013.
Sin embargo, Fillon, un católico padre de cinco hijos, está en contra de la adopción plena por parte de parejas del mismo sexo. Juppé prefiere no reabrir el debate.
Ambos proponen una política muy favorable a las familias
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