Educación. Sindicatos y padres: la iglesia tiene “suficiente” como para que el estado pague los platos rotos


La Federación de Enseñanza de UGT y la Confederación estatal de Asociaciones de Padres de Alumnos, FETE-UGT y Ceapa, respectivamente, mostraron este viernes su satisfacción por que los derechos de la profesora Resurrección Galera, despedida en 2001 por el arzobispado de Almería tras su matrimonio con un divorciado, se hayan visto finalmente reconocidos.
En declaraciones a Servimedia, el secretario general de FETE-UGT, Carlos López Cortiñas, resaltó que las sentencias (del Tribunal Constitucional y del Superior de Justicia de Andalucía) establecen que se vulneró la intimidad de la profesora y que su despido se debió a este hecho y no a motivos profesionales.
Ahora bien, una cosa es que el Estado asuma las nóminas de los profesores de religión (a raíz del Concordato con la Santa Sede) y otra que deba pagar por las decisiones erróneas de la Iglesia”, que según la sentencia actuó en contra de la legislación española, apuntó Lópèz Cortiñas.
En este caso debería ser el arzobispado quien pague, y además tiene patrimonio suficiente para ello, subrayó.
El presidente de Ceapa, Jesús Sánchez, reclamó también que sea la Iglesia quien asuma su error, y destacó que "esta institución, la única a la que no se le ha metido la tijera por la crisis", tiene dinero para afrontarlo.
Con todo, insistió en que no se debería impartir doctrina católica durante el horario lectivo en los centros públicos.
El dictamen del Tribunal superior de Justicia de Andalucía no recoge la cantidad que deberá percibir la profesora, pero sí determina que tendrán que ser abonados los sueldos perdidos desde el momento en que se produjo el despido hasta la fecha en que Galera sea readmitida.
En 2001 su salario medio era de 234.000 pesetas al mes, lo que permite estimar una indemnización de más de 200.000 euros.

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