EE.UU. asegura que las diferencias con Brasil y Turquía son sobre tácticas, no sobre metas

  • Washington.- Las diferencias de EE.UU. con Brasil y Turquía, los dos países que votaron "no" a la nueva ronda de sanciones de la ONU contra Irán, se ciñen a las tácticas y no a los objetivos en lo que respecta al programa nuclear iraní, aseguraron hoy altos funcionarios en Washington.

La ONU endurece las sanciones contra Irán, que se burla de la medida
La ONU endurece las sanciones contra Irán, que se burla de la medida

Washington.- Las diferencias de EE.UU. con Brasil y Turquía, los dos países que votaron "no" a la nueva ronda de sanciones de la ONU contra Irán, se ciñen a las tácticas y no a los objetivos en lo que respecta al programa nuclear iraní, aseguraron hoy altos funcionarios en Washington.

El Gobierno de EE.UU. trató hoy de quitar hierro a los dos "noes" en la votación del Consejo de Seguridad que aprobó con doce votos a favor y la abstención de Líbano la resolución 1929, que contiene la cuarta ronda de sanciones contra la república islámica.

Según declararon los altos funcionarios, que hablaron bajo la condición del anonimato a un pequeño grupo de periodistas brasileños, el resultado de la votación "fue muy firme" y el hecho de que no hubiera unanimidad no resta fuerza a las sanciones.

Brasil y Turquía, recordaron, han prometido que respetarán las sanciones y las harán cumplir.

"El desacuerdo es sobre las tácticas, no sobre las metas. Brasil no quiere ver un Irán con armas nucleares", sostuvieron.

Ambos países firmaron el 17 de mayo en Teherán una declaración junto a la república islámica por la que ese régimen se comprometía a enviar 1.200 kilos de uranio a Turquía para su enriquecimiento en un tercer país. A su juicio, tras ese acuerdo las sanciones se convertían en innecesarias.

Estados Unidos, sin embargo, optó por seguir adelante con el proceso de sanciones al tiempo que dejó claro que "la puerta de la diplomacia no está cerrada" y que está dispuesto a dialogar con Irán en el momento que ese país lo desee.

Los altos funcionarios explicaron que el acuerdo de Teherán dejaba varias "deficiencias" por cubrir, en particular la intención declarada de Irán de continuar con el enriquecimiento de uranio para llegar al 20 por ciento.

Tampoco dejaba claro cómo se produciría el intercambio de material fisil o dónde exactamente tendría lugar la transferencia.

Por ello, indicaron los altos funcionarios, y dado que el acuerdo se produjo cuando en Nueva York ya se había redactado un borrador de resolución tras seis meses de trabajos, EE.UU. optó por no aplazar el proceso de sanciones.

"A juzgar por el comportamiento de Irán, hubiera llevado mucho tiempo explorar si son o no serios acerca del cumplimiento de la Declaración de Teherán y aclarar y corregir las deficiencias que contiene", explicaron.

Según las fuentes, es importante que se avance "con las sanciones, que a largo plazo harán más probable que Irán sea serio en la colaboración" con la comunidad internacional.

Los altos funcionarios subrayaron el agradecimiento de EE.UU. a Brasil y Turquía en su "sincero esfuerzo" por resolver un problema que causa la preocupación internacional.

Las sanciones fijan nuevas restricciones a las operaciones de los bancos iraníes en el exterior si se sospecha que tienen vínculos con los programas nucleares o balísticos de Teherán, al tiempo que incrementa el escrutinio de las transacciones en el exterior de todas las entidades financieras del país.

Asimismo, endurecen el embargo de armas a Irán y sanciona a tres entidades controladas por la empresa naviera estatal iraní, así como otras 15 controladas por la Guardia Revolucionaria.

Sin embargo, para poder contar con el asentimiento de Rusia y China, EE.UU. se vio obligado a aceptar unas medidas más suaves de las que contemplaba en un principio y descartar que se pusiera sobre la mesa medidas contra el sector energético.

En el preámbulo de la medida se habla por primera vez, sin embargo, del "vínculo potencial" del sector energético con la proliferación, algo que EE.UU. considera "muy importante" y "una llamada de atención a las empresas y los países sobre el riesgo de invertir en el sector energético iraní".

Brasil ha apuntado la posibilidad de vender etanol, del que cuenta con excedentes, a Irán, un país que necesita comprar del exterior su combustible debido a su falta de capacidad de refinado.

En este sentido, los altos funcionarios indicaron que "la inversión en cooperación energética es un camino muy peligroso que tomar".

"Si uno invierte se puede acabar ayudando a la proliferación", indicaron los altos funcionarios.

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