Washington.- EE.UU. valoró ayer la decisión del presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, de que renunciará a introducir enmiendas en la Constitución que le permitirían perpetuarse en el poder, en medio de las protestas de la oposición contra su régimen.
"Damos la bienvenida a cualquier decisión del presidente Saleh que avance el desarrollo político de Yemen por medios pacíficos y democráticos", señaló el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Philip Crowley, en su rueda de prensa diaria.
"No voy a trabajar para prolongar mi mandato", aseguró hoy Salah en un discurso ante el Parlamento, en el que señaló que "se van a congelar las reformas constitucionales de acuerdo con lo que exige el interés público".
Saleh renuncia de esta forma a presentarse como candidato en las elecciones presidenciales previstas para el 2013.
El jueves pasado, decenas de miles de personas convocadas por los principales partidos de la oposición yemení exigieron a Saleh que no reformara la Constitución para presentarse a una nueva reelección.
El mandatario, que ocupa la Presidencia desde 1990 y fue reelegido en 1999 y 2006, dijo también en esta sesión especial del Parlamento que abrirá un diálogo con la oposición, del que se encargará un comité de cuatro personas, encabezadas por el vicepresidente yemení, Abdarabu Mansur Hadi.
"Son declaraciones positivas. Al igual que lo hemos visto en Egipto, es importante para los gobiernos en esa región (...) concretar sus palabras con acciones y acometer reformas políticas, sociales y económicas", recalcó Crowley.
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