EEUU avisa de hambruna en Kordofán y Nilo Azul pero Sudán habla de normalidad

  • La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, alertó hoy de que los estados sudaneses de Kordofán del Sur y el Nilo Azul van camino de sufrir una hambruna por la negativa de Jartum a permitir la entrada de personal humanitario, mientras que Sudán defendió la "normalidad" que viven esas regiones.

Naciones Unidas, 17 ene.- La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, alertó hoy de que los estados sudaneses de Kordofán del Sur y el Nilo Azul van camino de sufrir una hambruna por la negativa de Jartum a permitir la entrada de personal humanitario, mientras que Sudán defendió la "normalidad" que viven esas regiones.

"Si no se produce una entrega sustancial de ayuda para marzo, Kordofán del Sur y el Nilo Azul se situarán a un paso de sufrir una hambruna a gran escala", aseguró Rice a la prensa tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la "grave crisis humanitaria" que atraviesan esas regiones fronterizas con Sudán del Sur.

La diplomática estadounidense dijo que la situación requiere una "respuesta urgente" y culpó de la gravedad de la misma a la reiterada oposición de las autoridades sudanesas a la entrada en esos territorios de miembros de ONG internacionales y de agencias de la ONU para prestar ayuda a la población.

"La causa del problema, además de los enfrentamientos y los asuntos políticos sin resolver, es que el Gobierno de Sudán ha negado deliberadamente el acceso a ONG internacionales, la ONU y trabajadores humanitarios a los lugares más afectados", subrayó Rice, al tiempo que calificó la situación de "intolerable".

Las declaraciones de Rice se produjeron tras una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad, en la que informaron de la situación la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, y el alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Antonio Guterres.

Rice informó que Amos y Guterres señalaron que, pese a sus esfuerzos, "Sudán no ha cumplido con los modestos compromisos alcanzados con la ONU", por lo que lanzó un nuevo llamamiento al Gobierno de Jartum para que permita "la entrada completa, incondicional e inmediata" del personal humanitario a esas regiones.

"Todo el mundo en el Consejo de Seguridad está de acuerdo en que la responsabilidad de ayudar a quienes lo necesitan reside en el Gobierno de Sudán, por lo que todos estamos de acuerdo en presionar a Jartum para que permita el acceso de ayuda humanitaria de manera inmediata", explicó la diplomática de EE.UU.

En tanto, el embajador de Sudán ante la ONU, Daffa-Alla Elhag Ali Osman, rechazó las denuncias de EE.UU. e indicó ante la prensa que la situación humanitaria en Kordofán del Sur y el Nilo Azul es de "normalidad", al tiempo que lamentó las "lágrimas de cocodrilo" vertidas a su juicio en el Consejo de Seguridad por Estados Unidos y los representantes de la ONU.

"Hablan del deterioro de la situación humanitaria en Kordofán del Sur y el Nilo Azul. No es correcto. La situación es normal y el Gobierno de Sudán colabora a la hora de distribuir material humanitario a las personas que necesitan ayuda", aseguró el diplomático sudanés.

Agregó que su Gobierno ha garantizado el acceso a esas zonas, a excepción de los lugares donde se encuentran los rebeldes, "porque no es su responsabilidad el alimentarlos ni facilitar ningún tipo de ayuda a quienes se alzan en armas contra el Gobierno".

Ali Osman defendió que "jamás se ha negado el acceso" a esas regiones a las distintas agencias humanitarias de la ONU, pero dijo que "hay ciertos reductos de los rebeldes que no son seguras para el personal humanitario".

Lamentó que en esas organizaciones y en las ONG trabajen "individuos que no son imparciales" a la hora de evaluar la situación.

El sudanés defendió que la "verdadera" gravedad de la situación es que "el Gobierno de Sudán del Sur protege a los rebeldes, les entrega ayuda militar y otras logísticas de guerra", al tiempo que acusó a Yuba de acoger a las milicias dentro de sus fronteras.

Kordofán del Sur y el Nilo Azul son escenario de enfrentamientos entre el Ejército sudanés y una facción norteña del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (MPLS), que luchó por la independencia de Sudán del Sur durante dos décadas y que, con el nacimiento el pasado julio de ese nuevo país, quedó al norte de la frontera".

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