El Cairo/Jerusalén.- Las fuerzas del orden egipcias han intensificado la seguridad en la ciudad de Al Arish, capital del Sinaí, y se preparan para lanzar una operación antiterrorista cerca de la frontera con Israel, según fuentes de seguridad egipcias.
Las fuentes explicaron hoy a Efe que se ha tomado esta medida después de que, hace dos días, las fuerzas de seguridad recibieran amenazas de grupos de islamistas radicales diciendo que iban a atacar las comisarías de Al Arish.
Las fuentes añadieron que las fuerzas de seguridad se preparan para hacer frente a grupos como el autoproclamado Al Qaeda en la Península del Sinaí, que anunció el pasado día 2 en un comunicado que quería convertir esta región egipcia en un emirato islámico.
El plan de seguridad que tienen los efectivos del orden incluye también la zona entre Rafah y la frontera con Israel, según las fuentes.
El comunicado de Al Qaeda en el Sinaí fue difundido cuatro días después de que cuatro personas murieran en un ataque de un grupo armado contra una comisaría en Al Arish, en el que también hubo 19 heridos.
Los sucesos se desencadenaron cuando hombres enmascarados y pertrechados con armas automáticas llegaron a Al Arish por tierra a bordo de varios vehículos y por mar en motos de agua, y atacaron la comisaría.
Hasta el momento, la identidad de estos atacantes no ha sido revelada, aunque al menos doce personas fueron detenidas en los días posteriores al ataque.
La decisión ha sido tomada en coordinación con Israel, que necesita dar luz verde a determinados despliegues egipcios en el Sinaí, como establece el acuerdo de paz firmado entre ambos países en 1979, según un alto mando del Ejército israelí.
La operación, que incluye infantería, vehículos armados y tanques, tiene como objetivo imponer el orden y frenar el control beduino del norte del Sinaí, que facilita el contrabando de armas a Gaza a través de túneles excavados bajo la frontera, indicó el militar israelí a la edición digital del diario "Haaretz".
Se trata de la tercera ocasión en que Israel permite una operación egipcia en el Sinaí.
La primera fue en enero, ante las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, y la segunda en febrero, para aumentar la protección del gasoducto que abastece a Jordania e Israel y que había sido saboteado.
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