El abogado de Diego Torres a su defendido: ¿Tienes dinero para el taxi?

    • Torres, sentado en el asiento trasero del vehículo, pagó con un billete de 20 euros una carrera que costaba 19,70 y dejó 30 céntimos de propina.
    • Antes de bajar del taxi pidió un justificante del gasto realizado.
Former partner of Inaki Urdangarin, Diego Torres (
Former partner of Inaki Urdangarin, Diego Torres (

El abogado que representa al que fuera vicepresidente del Instituto Nóos, Diego Torres, y a su mujer, Ana María Tejeiro, llegó el pasado domingo a Palma de Mallorca en un vuelo procedente de Barcelona pasadas las 21.00 hora junto a sus defendidos. Los tres tomaron un taxi para trasladarse al hotel donde se alojarían en espera del inicio del juicio por el desvío de seis millones de euros de dinero público. Al llegar a destino, el letrado preguntó al exsocio de Iñaki Urdangarin: “¿Tienes dinero para el taxi?”.

Torres, sentado en el asiento trasero del vehículo, pagó con un billete de 20 euros una carrera que costaba 19,70 y dejó 30 céntimos de propina. Antes de bajar del taxi pidió un justificante del gasto realizado.

Todos estos detalles no revestirían relevancia alguna si los protagonistas fueran tres personas que comparten transporte para llegar a su hotel, pero llaman la atención cuando el que acaba pagando es el 'exnúmero dos' del Instituto Nóos, que tiene embargados todos sus bienes por si tuviera que hacer frente al pago de responsabilidades civiles como consecuencia del juicio en el que está acusado de delitos de prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias, delitos contra la Hacienda pública, falsedad, estafa, falsificación y blanqueo de capitales.

El antiguo socio y amigo de Urdangarin se enfrenta a penas de 16 años de prisión y no puede disponer de sus bienes. El domingo llegó en un vuelo procedente de Barcelona junto a su esposa y su abogado para asistir a la primera y maratoniana jornada del juicio Nóos.

Nada más subir al taxi el letrado, Manuel González Peeters, pidió al conductor que cerrara las puertas del vehículo para evitar que alguien pudiera sustraerle la documentación o el ordenador. Instalado en el asiento del copiloto, dejó los asientos traseros al matrimonio Torres.

Acto seguido y con el coche ya en marcha preguntó si “alguien nos sigue”, porque en la última comparecencia de Torres ante el juez varios coches con periodistas y cámaras de televisión a bordo trataron de tomar imágenes de su llegada.

A lo largo de estos años de investigación del caso, el letrado se ha sentido objeto de persecución y vigilancia y, de hecho, llegó a denunciar en comisaría en tres ocasiones que estaba siendo seguido por unos desconocidos. El asunto nunca se aclaró.

Los tres se alojaron en el hotel Almudaina, un hospedaje de cuatro estrellas en el centro histórico de Palma de Mallorca, que ofrece alojamiento desde 90 euros la habitación doble, con desayuno incluido. El lunes 11, acusados y letrados pasaron casi 13 horas ante el tribunal que les va a juzgar y el abogado protagonizó el episodio más hilarante de la jornada al proclamar que era un “heterodoxo sexual”, cuando en realidad quería decir “heterodoxo procesal”.

Por lo demás, fue el único que consiguió el acuerdo de todas las acusaciones en contra de la mayor parte de las pruebas que propuso al tribunal, incluidas las declaraciones en el juicio del rey Felipe VI, su padre, Juan Carlos I, y la noble de origen alemán Corina zu Sayn-Wittgenstein, que protagonizó un sonado escándalo tras publicar algunos medios que habría mantenido una supuesta relación con el monarca emérito.

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