El agresor estaba"ansioso,no alterado",según el cura de Santa María del Pinar

  • Francisco Santos, el cura de la parroquia de Santa María del Pinar de Madrid, en la que un hombre mató a una mujer embarazada e hirió a otra, ha contado hoy que el agresor había estado merodeando en torno a la iglesia y que parecía "ansioso, no alterado" y mantenía un comportamiento "correcto, no agresivo".

Madrid, 30 sep.- Francisco Santos, el cura de la parroquia de Santa María del Pinar de Madrid, en la que un hombre mató a una mujer embarazada e hirió a otra, ha contado hoy que el agresor había estado merodeando en torno a la iglesia y que parecía "ansioso, no alterado" y mantenía un comportamiento "correcto, no agresivo".

El sacerdote ha relatado a los periodistas que le había visto por la parroquia sobre las seis y diez de la tarde, unas dos horas antes de la misa.

Hacia las seis y veinte entró y salió varias veces del templo y preguntó "de forma ansiosa" a unas 10 personas a qué hora era la misa de esa tarde, lo que le pareció "un poco extraño".

No le había visto nunca por el barrio y nadie con quien ha hablado después lo conocía.

Sin embargo, a la víctima, una mujer embarazada de 36 años, y a su madre, que esperaban el comienzo de la misa en uno de los bancos del fondo de la iglesia, sí las conocía de cara.

Santos estaba a punto de empezar la misa, para la que había unas 60 personas.

Había salido a encender las velas y había regresado a la sacristía para vestirse cuando escuchó las detonaciones, por lo que no vio directamente lo sucedido.

Lo que sabe de lo ocurrido se lo contaron otras personas: que el hombre llevaba una funda de raqueta de pádel de la que extrajo la pistola, que vestía pantalón corto de cuadros, camiseta y gorra blanca, que entró "sin mediar palabra" y disparó a la víctima mortal y a otra mujer que estaba un poco más adelante a la que hirió.

Le contaron también, ha dicho, que el agresor recorrió todo el pasillo central de la iglesia hasta cerca del altar, se arrodilló y se descerrajó un tiro en la boca.

Hoy, recuerda que cuando salió vio "escenas terribles", que "la gente estaba tirada en el suelo" y que "los minutos que pasaron hasta que llegaron el Samur y la Policía fueron eternos".

Además, ha destacado que el comportamiento de los feligreses fue magnífico. "El comportamiento cívico -ha declarado- fue de diez". EFE

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