El ala dura del pp desea un ministro contundente en interior que no ceda ante los terroristas


El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, debería nombrar a un ministro del Interior que mantenga la lucha policial contra ETA y no se preste a negociar con los terroristas las condiciones marcadas tanto en su comunicado de final de violencia como en la declaración surgida de la Conferencia de Paz de San Sebastián.
Así lo cree y lo ha asegurado a Servimedia un destacado sector del PP, compuesto principalmente por víctimas del terrorismo y representantes de la considerada ala dura de esta formación, ante el nuevo panorama político que se abre en el País Vasco tras el anuncio de ETA de renunciar de forma definitiva a la vía armada.
Dado que la banda terrorista no se ha disuelto y pretende abrir un proceso de diálogo con el Gobierno que salga elegido en las elecciones generales del 20 de noviembre, las fuentes consultadas creen que si Rajoy gana los comicios y llega a La Moncloa debería designar a un ministro del Interior que garantice que la política antiterrorista no va a cambiar ni un ápice.
Aseguran que existe el riesgo de que Rajoy module su mensaje contra ETA, como entienden que ocurrió en 2008 tras la derrota en las elecciones generales. Entonces, se produjo una crisis interna en el partido que motivó la dimisión de María San Gil como presidenta del PP del País Vasco y que provocó que se dieran de baja decenas de afiliados, entre ellos el célebre José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA entre 1996 y 1997.
En la dirección nacional del PP siempre han negado que aquello supusiera un cambio político y recalcan que su postura en materia antiterrorista no ha variado ni en Madrid ni en el País Vasco, donde Antonio Basagoiti tomó las riendas tras la marcha de San Gil.
ASPIRANTES A MINISTRO DEL INTERIOR
La persona que Rajoy elija tras las generales para dirigir el Ministerio del Interior será, en opinión de este sector, una clave fundamental para entender el tipo de política que pretende llevar en el Ejecutivo a la hora de conseguir la desaparición total de la banda terrorista, su disolución y la entrega de las armas.
En círculos populares, se especula con la posibilidad de que Rajoy nombre como próximo ministro del Interior al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el actual coordinador de Seguridad y Justicia del PP, Federico Trillo; el exsecretario de Estado de Seguridad Ignacio Astarloa o incluso el magistrado Enrique López.
Entre los integrantes de la denominada ala dura del PP hay un especial temor a que el escogido pudiera ser Federico Trillo, puesto que durante los últimos cuatro años ha sido el interlocutor con el PSOE y le consideran uno de los responsables del suave discurso que su partido ha mantenido en este tiempo.
Auguran que Trillo es quien más podría prestarse a negociar con los terroristas y ceder a sus demandas con tal de pasar a la historia como el ministro del Interior que logró acabar definitivamente con ETA. También existe cierta desconfianza hacia la actitud que mantendría Alberto Ruiz-Gallardón, de quien algunas víctimas del terrorismo se quejan por su centrismo y por no haberlas apoyado con la suficiente intensidad.
En el PP asumen que Rajoy tendrá que gestionar el nuevo proceso abierto con el comunicado de ETA del 20 de octubre, donde fija condiciones como "abrir un proceso de diálogo directo" que debe resolver "las consecuencias del conflicto". Se da por hecho que, entre las demandas de los terroristas, estará la libertad para los presos, aprobar un nuevo marco político para Euskadi y permitir un referéndum de autodeterminación.
Los representantes más duros del PP afirman que Rajoy no debería hacer ninguna concesión a la izquierda abertzale si no quiere defraudar a las víctimas y enfadar a un sector importante de su propio partido. Por eso, confían en que coloque al frente del Ministerio del Interior a alguien contundente y con un mensaje de firmeza contra ETA para que no haya guiños ni cesiones al entorno terrorista.

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