El Ayuntamiento de Sepúlveda condena la violencia tras el crimen de un vecino

  • El Ayuntamiento de Sepúlveda (Segovia), de 1.300 habitantes, ha expresado hoy su condena a la violencia tras el crimen cometido contra un vecino del núcleo de Aldehuelas, un suceso por el que han sido detenidos dos hermanos del fallecido.

Segovia, 1 dic.- El Ayuntamiento de Sepúlveda (Segovia), de 1.300 habitantes, ha expresado hoy su condena a la violencia tras el crimen cometido contra un vecino del núcleo de Aldehuelas, un suceso por el que han sido detenidos dos hermanos del fallecido.

La corporación, que preside el alcalde Francisco Notario Martín (PP), ha suscrito un comunicado en el que condenan todo acto de violencia "como el desgraciadamente acaecido, que supone una grave perturbación de la tranquila y pacífica convivencia que caracteriza a nuestra comunidad vecinal".

Asimismo reiteran su deseo de que "nunca vuelvan a repetirse hechos tan lamentables".

La Guardia Civil ha detenido a dos hombres por su supuesta vinculación con la muerte de su hermano Cecilio C.L., de 56 años, un exagente del Cuerpo Nacional de Policía, en el núcleo de Aldehuelas de Sepúlveda (Segovia).

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno han informado a Efe de que los detenidos son M.A.C.L. y F.J.C., sin facilitar más datos ya que el Juzgado de Sepúlveda, que lleva el caso, ha ordenado el secreto de sumario.

El ayuntamiento expresa el más profundo sentimiento de pesar por el trágico suceso acontecido en el pueblo de Aldehuelas de Sepúlveda, que ha derivado en el fallecimiento del vecino Cecilio.

Además muestra a la familia y amigos del finado las condolencias del ayuntamiento y, en su representación, de todos los habitantes del municipio.

Fuentes vecinales han manifestado que los dos arrestados son hermanos de la víctima, uno de ellos residente de forma habitual en Madrid, donde trabaja como cocinero, mientras el otro vivía con la víctima.

Cecilio C.L. murió ayer de madrugada, en un hospital de Valladolid, donde había sido trasladado al martes por la tarde, con fracturas, rasguños y contusiones en la cabeza.

El fallecido, quien al parecer dejó el Cuerpo Nacional de Policía y estaba jubilado por problemas de salud, vivía en este pequeño núcleo, de apenas diez habitantes, situado a once kilómetros de Sepúlveda.

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