El caso Sócrates pone a prueba el consenso entre los socialistas portugueses

  • El Congreso Nacional de los socialistas portugueses que se celebra este fin de semana llega marcado por el encarcelamiento de José Sócrates, líder del partido entre 2004 y 2011 y protagonista ahora de un caso de corrupción que pone a prueba la unidad de la formación.

Lisboa, 28 nov.- El Congreso Nacional de los socialistas portugueses que se celebra este fin de semana llega marcado por el encarcelamiento de José Sócrates, líder del partido entre 2004 y 2011 y protagonista ahora de un caso de corrupción que pone a prueba la unidad de la formación.

Lo que a priori se preveía como un acto de trámite dirigido a encumbrar a su nuevo secretario general, António Costa, ha acabado por convertirse en un examen a la cohesión del Partido Socialista portugués (PS), principal grupo de la oposición del país.

Mientras Costa y la parte oficialista del PS abogan una y otra vez por mantenerse al margen de la investigación judicial sobre Sócrates -actualmente imputado por los delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción-, otras voces defienden públicamente la inocencia del ex primer ministro e incluso critican al magistrado que instruye el caso.

Costa venció a António José Seguro -líder de la formación entre 2011 y septiembre de este año- en unas primarias abiertas celebradas en septiembre que le garantizaron ser candidato a las legislativas de 2015, y el proceso para ser oficialmente secretario general del partido culminó con éxito el pasado fin de semana.

Los socialistas, que encabezan las encuestas de opinión desde hace meses y aspiran a desbancar a la coalición conservadora en el Gobierno en los comicios del próximo año, realizan entre el sábado y el domingo su vigésimo Congreso Nacional.

Analistas y politólogos lusos debaten estos días sobre el hipotético impacto que el escándalo generado en el país por la detención y posterior ingreso en prisión de Sócrates podría tener en el apoyo electoral al PS.

Uno de los atractivos de este Congreso es conocer el nombre de los miembros de la dirección del partido, entre los que inicialmente estaba previsto que figurasen varias personas próximas a José Sócrates.

De hecho, el propio Costa -actual alcalde de Lisboa- pertenece a la misma corriente dentro del PS que el que fuera jefe del Gobierno portugués.

El nuevo líder de los socialistas aseguró esta semana que el escándalo de corrupción en el que, según el juez, está envuelto Sócrates no "penaliza" al partido y subrayó que lo importante ahora es "aguardar con serenidad a que la Justicia haga su trabajo".

Estas declaraciones contrastan con las realizadas por el histórico dirigente y fundador del PS Mário Soares, de 89 años, y que el miércoles atribuyó su encarcelamiento a "una campaña contra él que es una infamia".

De forma similar se manifestaron antiguos ministros en el Ejecutivo que encabezaba Sócrates como Gabriela Canavilhas, que fue titular de Cultura y lamentó la falta de explicaciones por parte de la Justicia sobre cuáles son las verdaderas razones que justifican su ingreso en prisión.

Las autoridades apenas han revelado que la bautizada como "Operación Marqués" tiene su origen en la "comunicación de una entidad financiera" tras ser detectadas "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación" con Sócrates entre los implicados.

La investigación también afecta al empresario -y amigo personal de Sócrates- Carlos Santos Silva, al chófer del ex primer ministro, Joao Perna, y al abogado Gonçalo Trindade Ferreira.

Las continuas filtraciones a medios lusos apuntan a que el que fuera jefe del Gobierno luso poseía una fortuna de más de veinte millones de euros, aunque parte de ella estaría en cuentas a nombre de Santos Silva.

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