El círculo se estrecha en torno al jefe de Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro

Cristina Cabrejas

Roma, 5 abr.- La captura de Matteo Messina Denaro, el último "jefe de jefes" de Cosa Nostra (mafia siciliana) ha sido siempre una prioridad para todos los gobiernos italianos en 21 años y las últimas revelaciones y detenciones muestran que el círculo se estrecha en torno al hombre más buscado del país.

"Últimamente se ha detenido a sus familiares y protectores, creo que no estamos lejos de capturarlo", anunció hace unos días el Ministro del Interior, Angelino Alfano.

Una hipótesis corroborada por uno de los máximos expertos del crimen organizado, el escritor Roberto Saviano, quien aseguró incluso que el arresto del último jefe Cosa Nostra es "inminente".

Hacía tiempo que no se hablaba de Messina Denaro, de 53 años, a quien se busca desde hace 21 años y los investigadores indican como el heredero de Bernardo Provenzano, arrestado en 2006.

Pero un reportaje de investigación transmitido en el programa "Presadiretta" en el canal de la televisión pública RAI3, despertó de nuevo la atención por el fantasma del ultimo "capo" de Cosa Nostra y desveló algunos inquietantes detalles del porqué aún no ha sido capturado.

El conductor del programa Riccardo Iaccona y experto en temas de mafia explicó a Efe cómo la investigación ha querido reconstruir las redes que ha tejido Messina Denaro para mantenerse oculto y seguir igualmente manejando los hijos de Cosa Nostra.

"Posee protecciones y relaciones mucho más vastas y extensas de lo que uno se puede imaginar. Él es el jefe de la mafia y ésta forma parte de una parte oscura de la historia de este país", dijo Iaccona.

Además el periodista explicó que Messina Denaro, conocido como "Diavolik" -su héroe de cómic preferido- tiene consigo los archivos de otro de los exjefes de Cosa Nostra, Toto Riina, cuyo contenido "es mejor que no salga a la luz" para muchos.

Entre otros detalles, el reportaje cuenta la historia de dos carabineros que han llegado a denunciar que sus avisos sobre la actividad del "jefe de jefes" no fueron tomados en consideración por sus superiores o incluso se frustraron algunas operaciones porque alguien había ya advertido al "capo".

El día después de la emisión del reportaje televisivo, la policía italiana difundió un nuevo retrato robot del criminal, entre los veinte más buscados del mundo, pero sobre todo entre los diez más ricos según la revista económica Forbes.

El retrato incluye nuevos detalles confiados a la policía por parte de algunos de los detenidos de su entorno, y la nueva imagen le describe algo más anciano, con el pelo teñido de negro, con algo más de peso, pero sobre todo sin las gafas oscuras con las que se le conocía debido a problemas de vista.

Nacido en Castelvetrano, en la provincia siciliana de Trápani, Messina Denaro fue condenado a cadena perpetua por los atentados perpetrados en Italia en 1993 y se le atribuyen decenas de homicidios.

A pesar de ser el hombre más buscado de Italia, esto no le impidió viajar a Barcelona (España) para operarse de la vista, como se ha demostrado en varias investigaciones.

El poder del jefe de Cosa Nostra se demuestra no sólo en su amplia red de contactos y testaferros que se ha procurado en estos años sino que también se puede cuantificar en los más de 4.000 millones de euros que se ha confiscado a su entorno en estos años.

Los últimos se le confiscaron al empresario Vito Nicastri, que había hecho una fortuna con la construcción de 40 parques eólicos en Sicilia conseguidos gracias a los contactos de Messina Denaro.

La última operación que ha hecho resquebrajar la red de protección de Messina Denaro sucedió el pasado 13 de diciembre, cuando 30 personas fueron arrestadas por su vinculación con el máximo jefe de la mafia siciliana.

Entre ellas estaba la hermana del capo mafioso, Patrizia Messina Denaro, y también el marido de una de sus primas, Lorenzo Cimarosa.

De estos, sólo Cimarosa ha querido colaborar con la justicia para liberarse, como declaró, de una vida de servicio y dedicación total a Messina Denaro que se había convertido en una pesadilla.