El coche de Aguirre vuelve a ser multado por los mismos agentes al lado de la sede del PSOE

El incidente de Esperanza Aguirre con los agentes de movilidad del ayuntamiento no para de dar titulares. Esta vez no lo conducía ella, pero el coche con el que la expresidenta madrileña fue sancionada por aparcar en doble fila en la céntrica Plaza de Callao, ha vuelto a ser multado justo seis meses después, por dos de los mismos agentes que retuvieron a la líder popular de la Comunidad, y por el mismo motivo: aparcar en doble fila.

Puede parecer una broma, incluso una emboscada, pero el Toyota Versus blanco que metió a Aguirre en un problema judicial por el que ha tenido que acudir a los juzgados a declarar, lo conducía un empleado del servicio de la expresidenta regional y de su marido, Fernando Ramírez de Haro. Dos de los seis agentes de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid que intervinieron en el incidente de abril en la Gran Vía estaban presentes también en la denuncia de hoy.

El vehículo ha sido sancionado por aparcar en doble fila cuando, a primera hora de la tarde, el hombre que iba al volante ha dejado en doble fila en la calle de Ferraz (distrito de Moncloa), a la altura del número 98, para recoger unas tortillas de un establecimiento. La ubicación donde se encontraba estacionado el coche se encuentra muy cerca de la sede nacional del PSOE, y también está próximo al bar que posee el padre de Juan Carlos Monedero, mano derecha de Pablo Iglesias y fan confeso de Jiménez Losantos y la política popular.

El padre del político de Podemos levantó una grave polémica al afirmar que si tuviera que decidir entre votar a Esperanza Aguirre o a su hijo para la alcaldía de la capital, no sabría por quién decantarse.

Los agentes se han acercado al coche y tras advertir al chófer de que ahí no podía estar, este ha continuado la marcha y ha aparcado más adelante en una zona de carga y descarga. Tras percatarse de la maniobra, los agentes han decidido multarle por aparcar en doble fila.

A esta nueva sanción, se suman otros momentos que forman su propio archivo en la hemeroteca de Aguirre. La propia infracción, el apodo de "agentes de inmovilidad", las declaraciones de la expresidenta recordando que es una sexagenaria, el 'microfonazo' a las puertas del juzgado o la posibilidad de que le pongan el pijama de rayas y la encarcelen, tal y como bromeó la líder del PP madrileño en televisión. A todas las anécdotas se suma ahora ésta.

Los agentes de Movilidad denunciaron a Esperanza Aguirre el 3 de abril pasado por aparcar en el carril-bus de la Gran Vía, tras lo cual Aguirre se marchó del lugar en su coche sin haber completado el trámite, según los agentes de movilidad, aunque la dirigente política ha asegurado que sí entregó toda la documentación, y ahora el juez que instruye las diligencias debe determinar si cometió un delito o una falta.