El Colegio de Médicos de Las Palmas es contrario a alimentar a Haidar

  • Las Palmas de Gran Canaria.- El Colegio de Médicos de Las Palmas ha rechazado hoy la alimentación forzosa, aún cuando no esté consciente, de la activista saharaui Aminatu Haidar, que ingresó esta madrugada en el Hospital General de Lanzarote y que lleva 32 días en huelga de hambre para exigir su vuelta a El Aaiún.

La Consejería de Sanidad canaria no informará sobre la salud de Haidar
La Consejería de Sanidad canaria no informará sobre la salud de Haidar

Las Palmas de Gran Canaria.- El Colegio de Médicos de Las Palmas ha rechazado hoy la alimentación forzosa, aún cuando no esté consciente, de la activista saharaui Aminatu Haidar, que ingresó esta madrugada en el Hospital General de Lanzarote y que lleva 32 días en huelga de hambre para exigir su vuelta a El Aaiún.

Así lo ha comunicado el presidente del Colegio, Pedro Cabrera, quien ha dado a conocer una declaración institucional en la que señala que "hay suficientes evidencias para probar la voluntad de Haidar de no ser alimentada", incluso cuando no pueda expresarlo.

El Colegio fundamenta su postura en la ley de Autonomía del Paciente, que prohíbe a los médicos instaurar tratamientos en contra de la voluntad de un paciente mayor de edad y en pleno uso de sus facultades mentales, y también cuando no pueda expresarla si ha dado instrucciones previas, por escrito y depositadas en el registro nacional que indica la ley.

Aunque desconoce si existen esas instrucciones con los requisitos exigidos por la ley por parte de Haidar, el Colegio defiende su postura, también llegado este caso, ante la voluntad expresada por la defensora de los derechos humanos, que fue expulsada el pasado día 14 de El Aaiún.

Así mismo, fundamenta su posición en el Código de Ética y Deontología Médica del propio Colegio.

El Colegio recomienda a los médicos que la atienden que estén siempre disponibles, de forma inmediata por si requiriera sus servicios, y advierte de que, en caso de que la justicia tomara una decisión diferente, volverá a replantear su posición que es "estrictamente deontológica".

Explica que la alimentación forzosa implica una sedación muy profunda si se quiere evitar que el paciente pueda retirarse la sonda y las vías intravenosas, ya que la pérdida de conciencia no suele ser permanente y estable, sino que se alterna con periodos conscientes y de semiinconsciencia.

En ocasiones, hay que atar al paciente a la cama de pies y manos, según recoge la declaración leída a los medios de comunicación por el presidente del Colegio.

Haidar ingresó en la Unidad de Vigilancia Intensiva tras ser conducida al centro a petición propia a causa de vómitos y dolores de estómago.

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