El Congreso ha aprobado la Ley de Transportes Terrestres, LOTT

Madrid, 23 abr.- La Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados ha aprobado hoy el proyecto de ley por el que se modifica la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT), con el apoyo de PP, UPyD, CiU y PNV, y el rechazo del PSOE y de la Izquierda Plural.

Tras la transacción de 50 enmiendas, un 23 % de las 216 que se habían presentado, el texto ha obtenido 26 votos a favor y 15 en contra, y pasará ahora al Senado, donde podría sufrir nuevas modificaciones.

La Comisión ha aprobado también el proyecto de Ley Orgánica complementaria de delegación de facultades del Estado en las Comunidades Autónomas en esta materia, que ahora pasará al Pleno del Congreso.

El portavoz de Fomento del Grupo Popular en el Congreso, Andrés Ayala, ha asegurado que la nueva LOTT "consigue el reto que el Gobierno se había marcado de mejorar la competitividad y la eficiencia en el sector del transporte".

Ayala ha afirmado que el nuevo texto "optimiza un sector muy atomizado y con dificultades", por lo que "el futuro se ve más tranquilo".

De entre las enmiendas de otros grupos parlamentarios aprobadas, ha destacado la que se refiere a la indemnización por seguro, el control de las infracciones, la no exención de los vehículos menores de tres ruedas, el acuerdo con los taxistas en toda su amplitud, la obligatoriedad de que todos los vehículos que se dedican al transporte tengan condiciones para las personas con discapacidad o la ampliación del transporte turístico.

El PP ha introducido siete enmiendas "como las referidas a las sanciones, la exención del transporte funerario, la regulación de las cuantías por sanción de acuerdo con la UE, la acción directa ante la falta de pago en cualquier cadena de transporte y la obligatoriedad de la firma electrónica".

El socialista, Rafael Simancas, ha argumentado el rechazo de su grupo al texto porque, entre otras cuestiones, introduce un canon concesional en las líneas de transporte de viajeros que son responsabilidad del Estado que "se va a traducir directamente en un incremento de precio de los billetes que pagan los viajeros".