El crédito político de Barcina a la baja, tras superar la moción de censura

  • El crédito político de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, está a la baja aunque haya superado hoy la moción de censura presentada por Bildu y Aralar-Nabai, en una sesión parlamentaria en la que todos los grupos, menos el PPN, han pedido su dimisión y la convocatoria de elecciones.

Carlos Mendoza

Pamplona, 18 abr.- El crédito político de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, está a la baja aunque haya superado hoy la moción de censura presentada por Bildu y Aralar-Nabai, en una sesión parlamentaria en la que todos los grupos, menos el PPN, han pedido su dimisión y la convocatoria de elecciones.

Barcina, quien ha destacado que el fracaso de la moción ha vuelto a poner de manifiesto que no hay alternativa al Gobierno de Unión del Pueblo Navarro (UPN), ha constatado la difícil situación en la que se encuentra y que está a expensas de otros partidos, como han demostrado hoy los socialistas, que al abstenerse han permitido que siga al frente del Ejecutivo foral.

La líder de los regionalistas navarros está dispuesta a cumplir el mandato que le dieron las urnas en las elecciones de mayo de 2011 y, según ha reiterado, no piensa dimitir ni adelantar los comicios, aunque ha reconocido que la situación es muy difícil y complicada.

Para eludir su minoría parlamentaria, ha invitado a los socialistas, los únicos que le pueden garantizar una estabilidad, a alcanzar acuerdos pero estos lo han rechazado, ya que en junio del año pasado fueron "expulsados" del Ejecutivo que formaban en coalición.

El secretario general de los socialistas navarros, Roberto Jiménez, quien fue vicepresidente y consejero durante menos de un año, ha sido tajante hoy en el Parlamento y ha dicho que Barcina "no tiene capacidad de acuerdo con ningún grupo para sumar mayorías" y es "un elemento de inestabilidad" para Navarra.

No goza de la confianza del PSN y, "lo que es más importante", no tiene la del Parlamento, por lo que "debería dimitir" y dejar a "otra persona para dirigir los destinos de Navarra", ha enfatizado el líder de los socialistas navarros.

Barcina ha logrado superar esta moción de censura, pero no ha recibido ni una palabra de comprensión a su situación, ya que incluso el Partido Popular le ha indicado que su voto no debe ser visto como "un apoyo incondicional" a su Gobierno, sino a la estabilidad institucional de la Navarra foral en el marco de la Constitución española.

Al respecto, su portavoz, Enrique Martín, le ha emplazado a recuperar la estabilidad institucional y a "restaurar la imagen zarandeada por los escándalos de Caja Navarra", en referencia a las imputaciones por las polémicas dobles y triples de las dietas.

Este escándalo concita la atención de la clase política, que está expectante ante el próximo paso que dé el Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona, cuya titular, María Paz Benito, puede decidir, entre otras opciones, ampliar las imputaciones sobre las polémicas dietas de Caja Navarra.

Ya ha tomado declaración como imputados al expresidente Miguel Sanz, al alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y al exvicepresidente y exconsejero de Economía y Hacienda Álvaro Miranda, quienes percibieron las dietas como integrantes de la Comisión Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras de Caja Navarra, un órgano cuya opacidad ha sido cuestionada por la oposición.

A este organismo también pertenecía Yolanda Barcina, quien al igual que los otros tres imputados cobró las dietas de la Comisión Permanente, que posteriormente se comprometieron a devolver.

La presidenta foral, sin embargo, no ha sido imputada en este caso por su condición de aforada, según la asociación Kontuz, que presentó la denuncia que facilitó esta investigación.

Barcina lleva al frente del Gobierno unos veinte meses, los últimos de una gran intensidad política, ya que, además de la debilidad de su Gobierno, su liderazgo fue cuestionado en el congreso que UPN celebró el pasado mes de marzo, donde logró ser reelegida presidenta con un 51 % de apoyo y sólo 76 votos de diferencia sobre su compañero Alberto Catalán, presidente del Parlamento.

La división de los militantes llevó a Barcina, que fue alcaldesa de Pamplona durante tres legislaturas, a emplazar a "dejar atrás esta amarga convulsión" para empezar una nueva etapa en la que "no podemos -dijo- perder un minuto en mirar atrás". No podrá olvidar esta moción de censura, la primera en la historia de Navarra.

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