El "Día de Astaná" es también el "Día de Nazarbaev"

  • Astaná.- Astaná, la bella y modernísima ciudad que celebra hoy su día tras doce años como capital de Kazajistán, festeja al mismo tiempo el 70 cumpleaños de su presidente, Nursultán Nazarbaev, la figura dominante en el país centroasiático a lo largo de sus casi 20 años de independencia.

El "Día de Astaná" es también el "Día de Nazarbaev"
El "Día de Astaná" es también el "Día de Nazarbaev"

Astaná.- Astaná, la bella y modernísima ciudad que celebra hoy su día tras doce años como capital de Kazajistán, festeja al mismo tiempo el 70 cumpleaños de su presidente, Nursultán Nazarbaev, la figura dominante en el país centroasiático a lo largo de sus casi 20 años de independencia.

Nazarbaev presidió el lunes, en compañía de los presidentes de otros siete países, un variado programa cultural que comenzó con el desfile de jinetes y amazonas que representaban aspectos de la cultura de los antepasados nómadas de los kazajos y continuó con un concierto de música indígena y clásica que incluyó la intervención estelar del tenor italiano Andrea Bocelli.

El espectáculo tuvo como telón de fondo el gigantesco centro comercial y de recreo, la "Tienda de campaña real", que diseñó el arquitecto británico de renombre Norman Foster y cuya construcción se acaba de terminar.

Concluido el programa cultural, con un enorme despliegue de fuegos artificiales combinado con un espectáculo de luces desde el interior de la "tienda", Nazarbaev llevó a sus invitados a inspeccionar el recinto, que abrió sus puertas al público hoy por primera vez.

Miles de ciudadanos acudieron hoy al lugar para ver con sus propios ojos el interior de la estructura, que desde fuera parece un Objeto Volante No Identificado, además de los comercios, salas de juego y atracciones feriales que contiene, sin mencionar y las "playas tropicales" de arena con palmeras alrededor de las piscinas (o "lagos") en la última planta.

Afuera, mientras tanto, continuó el programa cultural, en el mismo escenario que la noche anterior, con un sinfín de conjuntos de músicos y compañías de bailarines folclóricos.

Los festejos se extendieron por toda la ciudad, con exhibiciones culturales, conciertos o concursos de todo tipo en diversos espacios públicos de una ciudad que ha sido cuidadosamente planificada.

Nadie duda de que Nazarbaev es personalmente responsable de la conversión, a partir de 1997, de una pequeña ciudad de provincias en una metrópolis que es una escaparate de la arquitectura puntera e innovadora a gran escala.

Se ha propuesto, incluso, que el nombre de la ciudad se cambie a "Nazarbaev", pero el presidente ha indicado que se trata de una decisión que deberán tomar "las generaciones venideras".

Sí aceptó, en cambio, que lleve su nombre la nueva Universidad Nazarbaev en Astaná, que él mismo inauguró el pasado 28 de junio y cuyas facultades ya han firmado acuerdos de colaboración con universidades de renombre en EEUU, Gran Bretaña y otros países y cuya lengua de enseñanza será el inglés.

Hace poco, ambas cámaras del parlamento kazajo aprobaron una proyecto de ley que otorgaría a Nazarbaev el título vitalicio de "Líder de la Nación".

El presidente ha dicho que no piensa poner su firma a la medida, pero, por otra parte, tampoco ha afirmado que la vetará, como tendrá que hacer para evitar que se convierta en ley.

Pero con o sin el título de "Líder de la Nación", la presencia de Nazarbaev es ineludible.

Por las calles de la ciudad se ven pancartas de un Nazarbaev distendido, en atuendo típico, haciendo comentarios filosóficos en lenguaje poética, en ambos idiomas oficiales -el kazajo y el ruso- sobre Astaná, el futuro, el progreso o la convivencia.

Nazarbaev acapara los noticieros de la televisión, que no dejan pasar ningún acto oficial del presidente, no importa la poca transcendencia que parezca tener.

La estructura emblemática de Astaná, la torre Baiterek (también obra de Norman Foster), contiene en la esfera dorada que sostiene a una altura de 97 metros una placa de metal con la impresión de la mano de Nazarbaev, accesible al público para que cada visitante pueda colocar su mano sobre la huella de la del presidente.

Los visitantes hacen cola para que cada uno pueda medir su mano contra la de Nazarbaev.

Muchos no han conocido otro líder de Kazajistán que no fuera Nazarbaev, quien manda desde 1989, cuando se hizo primer secretario del Partido Comunista de la entonces república soviética, antes de convertirse en presidente el año siguiente.

Últimamente las aspiraciones de Nazarbaev parecen inclinarse hacia el ámbito internacional.

Logró, por ejemplo, que su país obtuviera este año la presidencia rotativa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

También patrocina el "Foro Económico de Astaná", una especie de Davos centroasiático que celebró la semana pasada su tercera edición con la participación de varios Premios Nobel y representantes de alto nivel de organismos internacionales, gobiernos y grandes empresas.

Nazarbaev desempeña, además, un papel destacado en la Comunidad Económica Euroasiática (con Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Armenia, Tayikistán y Kirguizistán), una cumbre de la cual presidió ayer, justo antes de acudir a los festejos del "Día de Astaná".

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