El duro marcaje de Rajoy a Amaiur

  • Amaiur se ha estrenado hoy en el Congreso, en el debate de investidura de Mariano Rajoy, con un mensaje en pro del entendimiento que ha rebotado en el frontón dialéctico del nuevo presidente del Gobierno, quien ha dedicado un duro marcaje a los abertzales, exigiéndoles trabajar por la disolución total de ETA.

Antonio del Rey

Madrid, 20 dic.- Amaiur se ha estrenado hoy en el Congreso, en el debate de investidura de Mariano Rajoy, con un mensaje en pro del entendimiento que ha rebotado en el frontón dialéctico del nuevo presidente del Gobierno, quien ha dedicado un duro marcaje a los abertzales, exigiéndoles trabajar por la disolución total de ETA.

Cuando el hoy portavoz de Amaiur, Iñaki Antigüedad, ha subido a la tribuna, con camisa roja, sin corbata y con chaqueta de pana, se ha hecho un cerrado silencio, insólito en el hemiciclo, prolongado durante toda su intervención.

"Estamos condenados a entendernos", ha sido el primer mensaje que ha lanzado al todavía candidato a la Presidencia, quien le miraba de hito en hito mientras mantenía la vista en sus papeles.

Sin dar muestras de nerviosismo por su debut en la Cámara, el veterano político abertzale, que fue miembro de Herri Batasuna, ha utilizado argumentos del propio Rajoy, como el de "decir la verdad aunque duela" para exponer su "verdad", esto es, que existe un conflicto "político" con el País Vasco.

Con un salón de plenos lleno a rebosar, los fotógrafos no han parado de retratar al portavoz "abertzale" mientras precisamente él remarcaba que el 20N dejó una "foto" del todo azul por los resultados del PP pero también otra que no debe diluirse, en el País Vasco y Navarra, donde Amaiur logró 330.000 votos y siete diputados.

El silencio ha parecido más espeso aún cuando ha terminado su alocución y ha bajado de la tribuna sin que se escuchara ni un solo aplauso, ni siquiera el de sus seis compañeros de filas.

Ha pasado un buen rato hasta la réplica de Rajoy, porque al formar parte Amaiur del grupo Mixto, todavía debían hablar las otras minorías, y en ese tiempo han vuelto los rumores a la sala y los comentarios en los pasillos.

Una destacada parlamentaria del PP afirmaba que se le había quedado una rara sensación "en las tripas" al escuchar a Antigüedad, al tiempo que recordaba a víctimas de ETA asesinadas por ser del PP.

Como si Rajoy la hubiera escuchado, cuando ha subido para responder a Amaiur, enseguida ha hecho solemne evocación de las víctimas de la banda terrorista y de los funerales a los que tuvo que asistir cuando era ministro del Interior.

Han irrumpido las ovaciones, cada vez más intensas, de los diputados del grupo popular, como si hubieran estado esperando con ansia las palabras de su líder, que ha templado el "tempo" de sus palabras, entre aplausos y más aplausos de los suyos, muy serios.

"Yo a usted no le debo absolutamente nada", ha sido su frase más celebrada por la bancada del PP; "Ni yo, ni la sociedad española. Estos son los acreedores", ha añadido.

El aún candidato le ha espetado que lo único que esperan los españoles es que ETA anuncie su disolución irreversible, porque según ha recordado, la banda "todavía existe".

Se trata de confirmar, ha enfatizado, que "no hay chantajes, ni amenazas, ni personas que se erigen en jueces de la vida, de los derechos y de las libertades de los demás", porque eso es lo que, a su entender, dicen "la lógica y el sentido común".

Y si Antigüedad le había pedido antes que desactivara "las medidas restrictivas de los derechos" de los presos de ETA y apostar por la reparación de "todas las víctimas", Mariano Rajoy le ha contestado que como presidente su obligación será "cumplir la ley, los reglamentos y los decretos".

Tenía aún el "abertzale" oportunidad para replicar, una vez que Rajoy ha contestado a los demás portavoces del grupo Mixto, incluido Joan Baldaví, de Compromís, al que ha dedicado un par de mandobles dialécticos por sus denuncias sobre la corrupción en Valencia.

En esta segunda intervención, Iñaki Antigüedad ha lanzado una nueva pelota, la de la perseverancia con la que según él debe resolverse el conflicto vasco.

Así ha recordado, rodeado por un nuevo tapiz de silencio, que el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, atribuyó a un "99 por ciento de perseverancia y un 1 por cien de obstinación" la resolución del conflicto en Irlanda del Norte.

Rajoy le miraba poco, mientras le escuchaba decir que la paz "se hace con el enemigo, no con el amigo" y que la perseverancia de Amaiur les llevará si hace falta a atornillarse a la mesa. Tampoco le ha aplaudido nadie cuando ha concluido el discurso.

Finalmente, el líder del PP ha pedido a su vez a Antigüedad que sea perseverante en exigir a ETA que se disuelva del todo porque él, como presidente del Gobierno, sí lo será.

Poco después de este "cara a cara", ejercicio de la oratoria del desencuentro, se ha votado la investidura de Rajoy, que ha obtenido 187 votos a favor y 149 en contra, entre los que no estaban los siete de Amaiur porque, sorprendentemente, los abertzales han decidido abstenerse en vez de ausentarse del hemiciclo.

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