El fiscal general se lamenta de que la confesión del asesino de brouard no pueda ser llevada a juicio


El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, se lamentó hoy de que el principio constitucional de no juzgar dos veces a una persona por los mismos hechos impida actuar contra el mercenario de los GAL José Luis Morcillo, que ha reconocido públicamente que asesinó en 1984 en Bilbao al dirigente de Herri Batasuna (HB) Santi Brouard.
Torres-Dulce se refirió a este asunto en el Senado, donde comparece esta mañana para explicar los datos de la Memoria de su institución correspondientes a 2011, así como la información que ya tiene respecto a 2012.
El responsable de los fiscales fue preguntado por el senador del PNV Jokin Bildarratz por la entrevista que el diario “El Mundo” publica este lunes con José Luis Morcillo, quien reconoce el asesinato de Brouard. Este mercenario de los GAL fue absuelto en 2003 del asesinato de este dirigente de HB.
A este respecto, Torres-Dulce expresó su “absoluta y radical condena” de este crimen y de la eventual participación de “cualquier órgano estatal” en este crimen. Al mismo tiempo expresó su solidaridad con los familiares de la víctima.
Sin embargo, el fiscal general destacó que las “exigencias constitucionales” impiden que un hecho “ya juzgado” pueda desembocar en un nuevo juicio para el mismo acusado. Recalcó que este principio, conocido en el mundo de la judicatura como “non bis ídem”, es una “exigencia constitucional”.
Por su parte, el senador peneuvista Jokin Bildarratz reconoció que “es evidente que una misma causa no puede ser juzgada dos veces”, pero sostuvo que la confesión pública del asesinato de Brouard “genera una serie de consecuencias de cara a la ciudadanía”.
Sostuvo que los ciudadanos no entienden “que una persona que se autoinculpe quede libre sin ningún cargo de un asesinato”, ya que es necesario que todo delito “tenga su culpable” y “sea castigado”.

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