El gobierno aprueba el proyecto de ley de acción exterior y servicio exterior


El Consejo de Ministros aprobó hoy el proyecto de ley de Acción Exterior y Servicio Exterior, iniciativa del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien la definió como un cambio “radical” y “revolucionario” en el planteamiento de esta parcela de la política española.
En la rueda de prensa posterior al Consejo, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la enmarcó dentro del conjunto de reformas de las administraciones que se están emprendiendo para mejorar su eficacia, en tanto que Margallo reiteró los principios básicos del proyecto, que ya expuso en el mismo lugar cuando se aprobó el anteproyecto.
El ministro partió de que “la suerte de España y los españoles depende cada vez más de lo que ocurre en el exterior” en economía, seguridad y otros aspectos y de que los cambios en la situación internacional y en la evolución del país en los últimos 30 años recomendaban una ley que, subrayó, han intentado en vano acometer todos los gobiernos anteriores.
Como objetivos mencionó la coordinación de todos los sujetos de acción exterior y su supeditación coherente a la política exterior y a los intereses generales de España, para que “tengamos una orquesta y no un conjunto de solistas desafinados sin partitura”.
También se aspira a la colegiación de decisiones, la mejora de la eficiencia y la introducción de una visión estratégica única que no sea sólo “un sumatorio” de acciones y agentes que, según dijo, habían proliferado “de forma selvática y desordenada”.
Como instrumentos concretos, la ley prevé la aprobación de una Estrategia de Política Exterior a cuatro años que elaborará el Instituto Elcano, un Plan Director de Cooperación por el mismo plazo y el informe sobre la Marca España que ya se ha discutido en el comité ejecutivo de esta iniciativa y se llevará al Consejo de Ministros; un Consejo de Política Exterior y un Comité Ejecutivo subordinado a él, los informes anuales de acción exterior y cooperación y el Observatorio de la Marca España para ver cómo evoluciona la imagen del país.
SERVICIO EXTERIOR
Sobre el Servicio Exterior, Margallo también comentó que ha de ser “un servicio único” y no un sumatorio, y añadió que todas las representaciones públicas españolas en un país estarán jerárquicamente sometidas al embajador, aunque orgánicamente permanezcan dependientes.
Igualmente, comentó el “redespliegue completo del servicio exterior” para que la potencia de fuego diplomática española se centre en las regiones donde más necesario es ejercerla.
Preguntado por el informe del Consejo de Estado que cuestionaba algunos aspectos del anteproyecto, Margallo afirmó con cierto sarcasmo que “lo más inteligente” que ha dicho es que aquél es “abolutamente constitucional” y sólo ha advertido que las recomendaciones a las que faculta al Gobierno para trasladar a los presidentes autonómicos que deseen visitar un país han de ser motivadas. “Nunca se nos había ocurrido que no lo fueran, pero incorporaremos el adjetivo”, aceptó.
Insistió en que Exteriores se limitará a informar “buenamente” a las comunidades autónomas de la situación de la zona cuando sus presidentes quieran visitarla, de ofrecerles el apoyo logístico de la Embajada, y de darles posibilidades alternativas a abrir nuevas oficinas, como integrarlas en la representación española.
Si las comunidades no aceptan, el Gobierno publicará la recomendación que le ha hecho y la contestación del gobierno autonómico, para que los votantes de la comunidad sepan que éste ha renunciado a un ahorro que tendrá que emprender en otras partidas. Y, sobre los tratados internacionales, que las comunidades podrán suscribirlos siempre y cuando no supongan obligaciones para el Estado ni asuman “por la puerta de atrás” competencias que no tienen.
Según dijo, esto no ha de suponer ninguna confrontación con ninguna comunidad, puesto que “las comunidades autónomas también son Estado” y “las sinergias son buenas para todos”. Y con esta ley sólo se les ofrece posibilidades que antes no tenían , como la de integrar a sus representaciones en las estatales, si así lo desean, o proporcionarles el apoyo de éstas últimas en sus viajes oficiales.

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