El Gobierno aprueba por la mínima el primer examen de cara a los Presupuestos

Nueva votación ajustada para el Grupo Socialista: 170 votos a favor, 166 en contra y 13 abstenciones. Ése ha sido el resultado de la votación del techo de gasto, el límite del Presupuesto que decide el Gobierno y que para 2011 será de 122.256 millones de euros, un 7,7% menos que el de este año.

Sólo los 169 diputados socialistas han votado a favor del techo de gasto (el diputado que suma los 170 votos corresponde a un diputado del PP que se ha equivocado a la hora de votar). La asbtención de CiU, que su portavoz Josep Antoni Duran i Lleida confirmaba esta mañana, la de Coalición Canaria y la de UPN han allanado el camino para que el Gobierno pudiera pasar este primer examen necesario de cara a los Presupuestos, que se negocian en otoño.

La sorpresa la ha dado el PNV, que se ha sumado a los votos en contra de PP, UPyD y de todos los grupos de izquierda: ERC-IU-ICV, NaBai y BNG. "Para avanzar conjuntamente es imprescindible un marco de confianza y una complicidad políticas que a tenor del debte anterior [el del Estado de la Nación] hoy no parece posible", ha dicho Pedro Azpiazu, portavoz económico del PNV.

Este voto en contra, unido al rechazo de los nacionalistas vascos de incorporar las enmiendas socialistas a sus propuestas de resolución, demuestran que -por ahora- los intentos del PSOE por reconquistar el voto del PNV no han dado frutos.

Pero fuentes socialistas quitaban hierro a la oposición de hoy del PNV, ya que el año pasado esta formación también votó en contra del techo de gasto y después apoyó los Presupuestos.

Quien sí ha dejado claro que no apoyará al Gobierno en la votación de las Cuentas Públicas es CiU. Josep Antoni Duran Lleida explicaba este martes que la abstención de CiU en el techo de gasto no supone un apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, y que "no lo harán", porque, entre otras cosas, dan por "acabada" la etapa política socialista.

CiU justificó el sentido del voto de su grupo en el techo de gasto en la necesidad que tiene el Ejecutivo de apoyos para sacar adelante las reformas estructurales que necesita el país.