El Gobierno colombiano se moviliza para salvar las negociaciones con las FARC

  • El Gobierno colombiano se movilizó hoy para salvar las negociaciones de paz con las FARC con dos acciones clave, enviar a sus negociadores a La Habana, sede de los diálogos, y explicar el secuestro del general Rubén Darío Alzate, que motivó la suspensión del proceso y quien pidió su baja del servicio.

Cynthia de Benito

Bogotá, 1 dic.- El Gobierno colombiano se movilizó hoy para salvar las negociaciones de paz con las FARC con dos acciones clave, enviar a sus negociadores a La Habana, sede de los diálogos, y explicar el secuestro del general Rubén Darío Alzate, que motivó la suspensión del proceso y quien pidió su baja del servicio.

Un día después de que Alzate, junto con un cabo y una abogada fueran liberados por la guerrilla, el Ejecutivo envió una reducida delegación a Cuba para retomar los diálogos con el grupo subversivo, que en sus dos años de vida han conseguido hasta un 70 % de los objetivos establecidos por las partes.

Con esta misión partieron hacia la isla el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle; el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y dos generales retirados que ya han ejercido de negociadores con la guerrilla, Jorge Humberto Mora (del Ejército) y Óscar Naranjo (de la Policía).

Antes de partir de Bogotá, De la Calle dijo a periodistas que viajan con la voluntad de pasar "de la discusión a la acción" y promover un "desescalamiento" del conflicto que pueda salvar el diálogo.

"(Hay que mostrar) hechos que les demuestren a los colombianos en el terreno que nos aproximamos al fin del conflicto. Hace meses que venimos discutiendo con las FARC medidas de desescalamiento. Es hora de pasar de la discusión a la acción", declaró.

Los diálogos de paz se encuentran suspendidos por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, desde la madrugada del pasado 17 de noviembre, horas después del secuestro de Alzate, y recibieron luz verde para continuar a última hora del domingo, cuando finalizó la jornada de liberación del general.

Sin embargo, retomar los diálogos costará algo más que volver a sentarse en la mesa, pues este episodio ha supuesto un punto de fractura tras el cual las negociaciones cambiarán.

"La mesa vivirá una especie de catarsis y deberá asumir unas reglas más sólidas", apuntó a Efe el director del Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, que acompaña de manera activa el desarrollo de las negociaciones.

Esos cambios se definirán tras la visita de De la Calle y sus acompañantes, pero mientras el Gobierno avanzó en otro frente: explicar el secuestro del general para que la sociedad conozca el origen de la peor crisis que ha atravesado el proceso de paz.

Alzate fue apresado en una remota zona del selvático departamento del Chocó (noroeste) a la que viajó sin avisar a las autoridades locales, vestido de civil y sin los escoltas que por cuestiones de seguridad deben acompañarle.

En su primera aparición ante la prensa, esta noche en el Hospital Militar Central de Bogotá, el general explicó las circunstancias que lo llevaron a adentrarse desprotegido en una zona donde las FARC son especialmente fuertes.

El general dijo que decidió ir a Las Mercedes como parte de su "aproximación" a la comunidad para la implementación de un programa de desarrollo económico mediante la instalación de generadores de energía en ese deprimido departamento, uno de los más pobres de Colombia.

"Procedí a visitar el corregimiento de Las Mercedes adoptando unas medidas de seguridad que incluían desinformación de mi ruta y destino final, el no acompañamiento de mi anillo de seguridad y el manejo de un bajo perfil, razón por la que iba vestido de civil y sin armamento", explicó.

Reconoció que su "afán de servicio" lo llevó "a no aplicar los procedimientos que en materia de seguridad debía adoptar" en su desplazamiento.

Alzate agregó que por su honor militar y por el amor y respeto a la institución, "que por este hecho se ha visto afectada", solicitó al Gobierno Nacional el "retiro del servicio activo".

El oficial reveló que durante su secuestro fue esposado, amarrado por las noches y amenazado de muerte junto con Rodríguez si intentaban escapar.

En referencia a las imágenes distribuidas por las FARC y en las que aparece sonriente junto a "Pastor Alape", negociador de las FARC en La Habana y líder del Bloque Iván Ríos, que le secuestró, el general dijo que fue "forzado a tomar parte de un show mediático" que incluyó la realización de fotos y vídeos del día de su liberación.

"Rechazamos enérgicamente cualquier uso por parte de las FARC de imágenes de esas liberaciones, eso está por fuera de lo acordado. (...) Si las FARC pide trato digno, también tienen que brindar trato digno", destacó De la Calle en su declaración antes de viajar a Cuba. EFE

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