El Gobierno egipcio presenta polémica hoja de ruta para la nueva Constitución

  • El Gobierno egipcio hizo público hoy el polémico proyecto de principios para elaborar la nueva Constitución que ha puesto en pie de guerra a los partidos políticos, que consideran que reserva excesivas prerrogativas a la Junta Militar.

El Cairo, 3 nov.- El Gobierno egipcio hizo público hoy el polémico proyecto de principios para elaborar la nueva Constitución que ha puesto en pie de guerra a los partidos políticos, que consideran que reserva excesivas prerrogativas a la Junta Militar.

El viceprimer ministro egipcio, Ali al Selmy, presentó en una rueda de prensa los conocidos como principios supraconstitucionales, que han suscitado la ira y el rechazo esta semana de las formaciones que han tenido acceso a este proyecto.

En el plan se incluyen 23 puntos que debería respetar necesariamente la nueva carta magna, y los más controvertidos hacen alusión directa al papel de las Fuerzas Armadas y a la autonomía respecto al poder ejecutivo que le será garantizada.

Así, el artículo 9 reserva al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas -máxima autoridad del país en la actualidad- la competencia exclusiva para supervisar "todo lo referente a las Fuerzas Armadas y a su Presupuesto".

"Cualquier legislación que tenga que ver con las Fuerzas Armadas debe ser expuesta a ellas antes de ser emitida", señala este punto, que agrega que el presidente de la República "declara la guerra después de contar con la aprobación" de la cúpula militar.

Además de los principios supraconstitucionales, Al Selmy presentó un segundo documento con los criterios para elegir a los miembros de la Asamblea Constituyente que deberá redactar la carta magna.

Estos requisitos han sido especialmente criticados por los Hermanos Musulmanes por reservar una cuota mínima de representación al Parlamento que salga de las elecciones legislativas que comienzan el 28 de noviembre, en las que los islamistas son favoritos.

Solo 20 de los 100 miembros de dicha comisión serán representantes de la Cámara Baja y de la Cámara Alta, mientras que el resto de los componentes de la asamblea saldrá de la sociedad civil, gracias un proceso de elección más oscuro y sencillo de controlar por las autoridades militares.

En concreto, 15 de los miembros de la Asamblea Constituyente saldrán de colegios profesionales, 12 de la judicatura, 12 profesores universitarios y el resto provendrán de asociaciones civiles, instituciones religiosas, sindicatos y habrá hasta un representante de las federaciones deportivas.

Asimismo, si la Junta Militar considera que el borrador de la Constitución contradice alguno de los principios básicos del Estado, tendría la potestad de pedir su revisión y, en última instancia, de disolver a la Asamblea Constituyente y encargar la redacción del texto a una nueva.

En su rueda de prensa, el "número dos" del Ejecutivo defendió la polémica hoja de ruta, que ha originado peticiones para que dimita por parte de varias formaciones.

"Hay grupos políticos que han rechazado estos documentos, pero esos grupos no pueden monopolizar la voluntad popular, porque la palabra final va a ser del pueblo", señaló Al Selmy tras recordar que el borrador de carta magna será finalmente sometido a referéndum antes de su aprobación final.

Asimismo, desechó las críticas al punto 9 de los principios supraconstitucionales con el argumento de que esas prerrogativas a las autoridades militares son en realidad "competencias técnicas, y los civiles no pueden entenderlas".

El viceprimer ministro destacó también que tras la Fiesta del Sacrificio ("Aid al Adha"), que comienza el domingo, se celebrarán nuevas reuniones para abordar el documento y el Gobierno convocará a todas las partes, "incluidos los que lo rechazaron la primera vez".

Los Hermanos Musulmanes, así como los partidos salafistas, boicotearon la reunión del martes para tratar los principios supraconstitucionales, y han amenazado con protestas masivas el próximo 18 de noviembre si estos se mantienen.

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