El Gobierno kirguís, desbordado, pide a Rusia enviar tropas de paz a Osh

  • Moscú.- El Gobierno provisional de Kirguizistán, desbordado por la ola de violencia étnica que azota la ciudad de Osh, donde según datos oficiales en los últimos dos días han muerto al menos 65 personas y más de 900 han resultado heridas, pidió hoy a Rusia el envío de fuerzas de paz.

Moscú.- El Gobierno provisional de Kirguizistán, desbordado por la ola de violencia étnica que azota la ciudad de Osh, donde según datos oficiales en los últimos dos días han muerto al menos 65 personas y más de 900 han resultado heridas, pidió hoy a Rusia el envío de fuerzas de paz.

El anuncio fue hecho por la presidenta interina de esa antigua república soviética en Asia Central, Rosa Otunbáyeva, informó desde Biskek, la capital kirguís, la agencia oficial rusa Itar-Tass.

"Necesitamos el envío de fuerzas militares de otros países. Hemos solicitado ayuda a Rusia. Ya he firmado una carta en ese sentido dirigida al presidente de la Federación Rusa, Dmitri Medvédev", dijo Otunbáyeva.

Agregó que las autoridades kirguises están dispuestas a comenzar en cualquier momento las conversaciones con Moscú sobre su misión de paz en Osh, la segunda ciudad de Kirguizistán, situada en el sur del país.

"Ahora estamos esperando la respuesta de Rusia", dijo Otunbáyeva, quien expresó su esperanza de que las autoridades rusas accedan a la petición de Kirguizistán.

La presidente interina recalcó que el país necesita de otras fuerzas militares para controlar la situación.

"Si anteayer necesitábamos medios especiales para disolver a las partes envueltas en los enfrentamientos, ayer la situación se desbordó", admitió.

Además, Otunbáyeva anunció la apertura unilateral de su frontera con Uzbekistán para el paso de ancianos, mujeres y niños, al vecino país, y añadió que esta medida ha sido recibida con comprensión por las autoridades uzbekas.

Poco antes del anuncio hecho en Biskek, la oficina de prensa del Gobierno de Rusia informó de que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, había mantenido anoche una conversación con la presidenta interina kirguís sobre la situación en Osh.

Nada más haberse hecho pública la petición de ayuda, fuentes militares rusas indicaron que los efectivos que se encuentran en la base aérea rusa de Kant, en las afueras de Biskek, no participarán en una eventual operación de paz en Osh.

El pasado 8 de abril, tras el derrocamiento del presidente kirguís, Kurmanbek Bakíev, actualmente refugiado en Bielorrusia, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia anunció que había enviado a Kant un total de 150 paracaidistas para proteger a las familias de los militares rusos allí emplazados.

Otunbáyeva denunció que los enfrentamientos entre kirguises y miembros de la minoría uzbeka han sido provocados precisamente por los partidarios de Bakíev.

"El número de víctimas es superior al que conocemos por los partes médicos", dijo la presidenta interina, que destacó que la situación en Osh se agrava por la falta de alimentos.

De acuerdo con los últimos datos del ministerio de Sanidad kirguís, desde el comienzo de los choques en Osh y sus alrededores, ha muerto un total de 65 personas y 908 han solicitado atención médica, de las cuales 501 tuvieron que ser hospitalizadas.

Según representantes de la minoría uzbeka residente en Kirguizistán citados por la agencia digital kirguís 24.kg, la mayoría abrumadora de las víctimas mortales pertenece a esa comunidad.

El vicepresidente del Ejecutivo kirguís, Azimbek Beknazárov, pidió hoy la organización de destacamentos voluntarios tras reconocer que "los efectivos de la policía, de los ministerios del Interior y Defensa que fueron enviados al sur (del país) para estabilizar la situación están cansados".

"En un par de días las fuerzas no darán abasto si no llega ayuda adicional, porque físicamente es imposible", añadió el número dos del Gobierno provisional, citado por la agencia Interfax.

Agregó que la madrugada de hoy, sin esperar el llamamiento del Gobierno, llegó a Osh un destacamento de 300 voluntarios integrado por veteranos de los cuerpos policiales y de la guerra de Afganistán.

Sin embargo, lejos de mejorar, la situación en Kirguizistán empeora: el Gobierno provisional extendió hoy el estado de excepción a Jalal-Abad, ciudad a unos cuarenta kilómetros al norte de Osh.

"El territorio de inestabilidad se amplía", dijo Beknazárov, citado por las agencias locales, al explicar la adopción de la medida.

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