El Gobierno sur de Sudán acusa a Jartum de intentar desestabilizar la región

  • Naciones Unidas.- El Gobierno de la región autónoma del Sur de Sudán acusó hoy en la ONU al régimen de Jartum de tratar de desestabilizar la región mediante el apoyo a grupos armados rebeldes enfrentados con las autoridades de Yuba.

Naciones Unidas.- El Gobierno de la región autónoma del Sur de Sudán acusó hoy en la ONU al régimen de Jartum de tratar de desestabilizar la región mediante el apoyo a grupos armados rebeldes enfrentados con las autoridades de Yuba.

El ministro de Paz del Gobierno del sur, Pagan Amum, aseguró que el partido del presidente sudanés, Omar al Bashir, está detrás de milicias rebeldes como las del general George Atur, que se escindió del Ejército sureño.

"Estamos aquí buscando el apoyo del Consejo de Seguridad para que presione al Partido del Congreso Nacional para que detenga la desestabilización del sur de Sudán y se enfoque en la negociación", dijo Amum, que también es secretario general del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (MPLS).

El representante sureño participó en una reunión a puerta cerrada del máximo órgano de seguridad internacional para analizar la situación en Sudán tres meses después del referéndum en el que el sur optó por la independencia.

Según Amum, los miembros del Consejo condenaron cualquier intento de reanudar la violencia a través de terceros y les instó a centrarse en las negociaciones de las diferencias entre el sur y el norte que quedan por resolver.

"Estamos satisfechos con la discusión en el Consejo de Seguridad y ahora regresaremos a nuestro país para informar al Gobierno", agregó.

Las acusaciones de la delegación sureña fueron rechazadas por el embajador de Sudán ante la ONU, Daffa-Alla Osman, que también asistió a la reunión del máximo órgano.

"Siempre que tienen un problema, nos acusan a los del norte", observó el representante de Jartum, quien recordó que las milicias enfrentadas con las autoridades del sur eran parte de las estructuras del MPLS.

Osman también reiteró la disposición del Gobierno sudanés de negociar los asuntos pendientes entre las partes, como el estatus de la disputada región petrolífera de Abyei, que el sur amenazó la semana pasada con suspender.

Al menos 70 soldados y rebeldes perdieron la vida la semana pasada y decenas más resultaron heridos en enfrentamientos entre el Ejercito Popular del Ejército de Sudán (EPLS) y las milicias rebeldes.

Estos combates se suman a los del pasado 9 de febrero, en los que unas 200 personas perdieron la vida.

El norte de Sudán, de mayoría musulmana, y el sur, predominantemente cristiano y animista, libraron una guerra de 20 años que concluyó en 2005 con un acuerdo de paz que estipulaba tanto la celebración de los comicios generales de abril pasado como el referéndum sobre la independencia del sur a comienzos del 2011.

Más de dos millones de personas murieron en ese conflicto, que comenzó en 1983 cuando el régimen de Jartum impuso la ley islámica en todo el país y los rebeldes sureños se levantaron en armas.

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