El jefe de los observadores en Siria pide fin del derramamiento de sangre

  • El jefe de los observadores de la ONU desplegados en Siria, el general noruego Robert Mood, pidió hoy en Damasco el fin del derramamiento de sangre en el país y lamentó que "la escalada de la violencia sin precedentes" haya forzado la suspensión de la misión.

El Cairo, 5 jul.- El jefe de los observadores de la ONU desplegados en Siria, el general noruego Robert Mood, pidió hoy en Damasco el fin del derramamiento de sangre en el país y lamentó que "la escalada de la violencia sin precedentes" haya forzado la suspensión de la misión.

"El derramamiento de sangre debe parar. Cuanto más dure la violencia, con más civiles muertos o atrapados en la línea de fuego, más difícil será tener una transición pacífica", subrayó Mood, de acuerdo con las declaraciones difundidas en un comunicado de la ONU.

Mood señaló que los observadores no fueron capaces de llevar a cabo su misión, pero que tienen intención de reanudarla si las partes enfrentadas se vuelvan a "comprometer con el cese de la violencia y la aplicación del plan de seis puntos" del mediador internacional, Kofi Annan.

"La escalada de la violencia a un nivel sin precedentes obstruyó nuestra capacidad de observar, verificar e informar, así como de ayudar en el diálogo", dijo Mood, que decidió suspender la misión el pasado 16 de junio, aunque los observadores permanecen en Siria.

El general noruego recordó que la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) se desplegó por decisión del Consejo de Seguridad de la ONU "no para detener la violencia u observar un aumento" de la misma, sino para verificar el alto el fuego, que entró en vigor el pasado 12 de abril y ha sido violado a diario.

Pese a que las labores de la misión siguen suspendidas, Mood aseguró que están preparados para "apoyar a las partes a dar los pasos necesarios hacia un diálogo pacífico".

En el caso de reanudar su trabajo, la UNSMIS tiene previsto en los próximos días reforzar su presencia en ocho equipos locales, indicó el jefe de los observadores.

Según explicó el general noruego, el objetivo es recolocar personal y equipamiento de Hama (centro), Idleb (norte) y Tartus (oeste) para fortalecer su presencia en otras localidades con el objetivo de que "el trabajo sea más efectivo y se facilite el diálogo político".

El Consejo de Seguridad de la ONU debe decidir en breve sobre el futuro de la misión, cuyo mandato inicial de 90 días se cumple el próximo 20 de julio.

Para Mood, independientemente de la decisión que se tome, "la responsabilidad de la comunidad internacional con el pueblo sirio es tanto moral como política".

"No podemos cerrar los ojos, y no lo haremos, ante vuestra difícil situación", aseguró dirigiéndose al pueblo sirio, al tiempo que agregó que hay que continuar con el trabajo para "encontrar nuevos caminos para el diálogo político y la solución pacífica a la crisis".

El conflicto sirio, que comenzó en marzo de 2011, se ha recrudecido en las últimas semanas pese a los esfuerzos mediadores y la presión internacional contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

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