El juez velasco pide la extradición de 13 militares de el salvador por el asesinato de jesuitas españoles


El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha solicitado formalmente al Gobierno que reclame a las autoridades de El Salvador la extradición de 13 militares de ese país a los que acusa de haber participado en el asesinato de seis jesuitas -cinco de ellos españoles- en noviembre de 1989. Entre las víctimas se encontraba el religioso Ignacio Ellacuría.
El magistrado dirigía la causa contra otros siete militares salvadoreños pero uno de ellos ha fallecido, dos no han podido ser localizados, otro ha expresado su voluntad de colaborar con la justicia española y otro ya se personó en la Audiencia Nacional.
Además hay dos presuntos responsables que residen en Estados Unidos y cuya petición de extradición al país norteamericano se está tramitando a la espera de ser traducida al inglés, según informaron fuentes de la Audiencia Nacional.
Velasco ha tomado esta decisión después de que dos de los militares imputados por el asesinato de los jesuitas hayan renunciado a declarar ante el magistrado por videoconferencia, una diligencia que se iba a celebrar hoy.
Estos dos militares se han negado a declarar al no poderse personar en la causa. El magistrado de la Audiencia Nacional ha rechazado la personación ya que los militares “no están a disposición del tribunal”.
El juez ya puso en busca y captura internacional a siete de estos militares, pero las autoridades salvadoreñas se limitaron a localizarlos.
La querella por la que Velasco inició esta investigación fue presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España (Apdhe) y está dirigida contra varios miembros del Ejército salvadoreño, a los que la asociación señala como responsables directos de los asesinatos.
El crimen tuvo lugar en noviembre de 1989, durante los últimos días de la guerra civil en El Salvador. Según el relato de los hechos realizado por la asociación, los miembros del Ejército salvadoreño asesinaron a seis jesuitas, su ama de llaves y la hija de ésta de 16 años. Cinco de las ocho víctimas nacieron en España, donde hoy residen sus familias.

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