El legado de Rabin, más necesario que nunca al cumplirse 20 años de su asesinato

"Siempre creí que la mayoría de la gente quiere la paz y está dispuesta a asumir riesgos por la paz. Con vuestra presencia habéis demostrado, junto con muchos otros que no vinieron, que el pueblo realmente desea la paz y se opone a la violencia". Estas fueron las últimas palabras que pronunció Isaac Rabin, la noche del 4 de noviembre de 1995, horas antes de ser asesinado a tiros por el extremista judío Yigal Amir.

Rabin fue un personaje clave en la historia de Israel. Luchó por la independencia (1948), participó en la Guerra de los Seis Días (1967) y negoció los Acuerdos de Oslo (1993) con los palestinos y la paz con Jordania (1994). En el vigésimo aniversario de su muerte, su figura se evoca para señalar que hubo un tiempo en que la paz entre Israel y Palestina pudo consumarse. Veinte años después de su asesinato, su legado es más necesario que nunca.

Admirado y elogiado por casi todos durante su mandato, con él la paz estuvo más cerca que nunca: "Cuando Rabin llegó al poder, fue más fácil seguir adelante, porque él tenía un concepto de lo que era la paz. Cuando había un acto terrorista en Israel, Rabin llamaba inmediatamente a Arafat y acordaban que lo que debían hacer en ese momento era reunirse y demostrar a la población que el terrorismo no iba a frenar las negociaciones, que la voluntad de negociar persistía a pesar de los acontecimientos" recuerda Hani Al-Hassan, el líder alemán de al Fatah.

Fue asesinado cuando presidía un acto multitudinario ante más de 100.000 personas, a favor de la paz en una céntrica plaza de Tel Aviv. Su asesino fue capturado de inmediato, pertenecía a una nueva secta fanática, llamada Irgún Iehudí Nokem(organización judía vengadora). SU asesino fue un fanático estudiante de derecho de la Universidad Bar Ilán, centro religioso de altos estudios que había estado involucrado en la ocupación de asentamientos ilegales en Cisjordania. Le disparó tres veces: una en el pecho, otra en el abdomen y la último, en la columna vertebral.Para la mayoría de los israelíes, el nombre de Yigal Amir inspira incomprensión, vergüenza o cólera. En torno a él se forma un bloque para despreciar cualquier iniciativa para legitimarlo como paria nacional.

En el mismo lugar en el que hace veinte años fue asesinado, el expresidente Bill Clinton reivindicó su legado y el camino del llamado general de la paz. Rabin había recibido el Premio Nobel de la Paz en 1994, junto con Arafat y su canciller Shimón Peres.

Desde hace 20 años, las negociaciones, que han continuado de manera periódica para tratar de llegar a una solución con dos Estados, no han tenido resultados y se encuentran bloqueadas en la actualidad. Este aniversario se celebra en medio de una espiral de violencia entre palestinos e israelíes que causado causado unos 70 muertos entre los palestinos, una decena de israelíes.