El obispo de Tarazona declara durante tres horas sobre el párroco de Borja

  • El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, ha abandonado hoy el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de este partido judicial tras declarar como testigo durante casi tres horas ante la juez, Nieves Pérez, que investiga al párroco de Borja, Florencio Garcés, en prisión provisional.

Zaragoza, 11 dic.- El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, ha abandonado hoy el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de este partido judicial tras declarar como testigo durante casi tres horas ante la juez, Nieves Pérez, que investiga al párroco de Borja, Florencio Garcés, en prisión provisional.

"Gracias", "gracias" y "gracias" han sido las únicas palabras que ha pronunciado a su salida el prelado, al ser preguntado por el asunto que se investiga por los medios de comunicación que esperaban a las puertas del juzgado a que concluyera su declaración ante la juez que instruye el caso.

A continuación, ha comparecido ante la juez, también como testigo, el ecónomo de la Diócesis de Tarazona, José María Cerralbo.

El obispo ha llegado a las 10.30 horas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona, donde se investiga si el párroco de Borja, Florencio Garcés, se apropió de más de 185.000 euros y cometió un delito contra la libertad sexual.

El prelado ha ido acompañado de su abogado, Carlos Calvo, en medio de una gran expectación de medios de comunicación.

De momento, no han trascendido detalles sobre su declaración ante la juez, quien también ha citado al vicario de la Diócesis, Esteban Aranaz, así como un sacerdote de Ainzón, un pueblo de Zaragoza.

En total, se investigan una veintena de cuentas de la parroquia de Borja, además del paradero de más de 185.000 euros.

Según fuentes de la investigación, la declaración del prelado estaba prevista que se centrara en la fiscalización que el Obispado hace de las cuentas de la parroquia.

El párroco de Borja, imputado por un delito de apropiación indebida de 185.000 euros y contra la libertad sexual, ingresó en la cárcel zaragozana de Zuera la semana pasada, después de que la juez decretara prisión provisional tras el careo que mantuvieron el sacerdote y otras cinco personas también detenidas en el marco de la misma operación, denominada Espino.

Estos últimos detenidos son miembros de una misma familia, que residen también en Borja, pero que están en libertad provisional con cargos.

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