El Partido X propone legislar a través del 'wikigobierno' utilizado en Islandia y Brasil

    • La 'número dos' después de Hervé Falciani, Simona Levi, explica a lainformacion.com las propuestas que los 'hijos' del 15M llevarán a Europa después de recoger más de 30.000 avales.
    • Se presentan como un grupo científico, apartidista y sin ideología estanca que promueve un método de participación directo en las decisiones que se toman en las altas instancias.
La activista, gestora cultural y 'número dos' del Partido X, Simona Levi
La activista, gestora cultural y 'número dos' del Partido X, Simona Levi
EFE

Dicen no tener ideología, ser apartidistas y aprovechar el conocimiento de todos sus miembros. Se definen como 'el partido del futuro', e intentarán empezar a serlo en las próximas elecciones europeas del 25 de mayo.

El Partido X es una de las decenas de nuevas formaciones que, desencantadas con el rumbo de la política actual, buscan dar un 'volantazo' al funcionamiento de la democracia. Tras su enigmática presentación hace ya año y medio, la formación ya tiene más de un centenar de integrantes, 21 'nodos' en toda España y caras conocidas que lo presiden, como la del informático Hervé Falciani.

La 'red ciudadana' de la formación, que bebe de movimientos como el 15M y el 25M y que ya ha recogido 30.000 avales para poder presentarse a los comicios a la Eurocámara, propone "una operación de desalojo del hemiciclo" y un "pacto de mínimos" para mejorar el sistema a través de cuatro pilares: más transparencia, instaurar el voto permanente, que los referéndums sean obligatorios y vinculantes y que el poder legislativo esté en manos de los ciudadanos. Todo con la ayuda de la red y del llamado 'wikigobierno'.

Sin apenas dinero para campañas, con poca presencia televisiva y con una gran heterogeneidad entre sus miembros, el partido presume de celebrar primarias abiertas y de ser la única formación del mundo que cuelga sus presupuestos y sus facturas en la red.La gestora cultural Simona Levi, 'número dos' de la lista del partido a la Eurocámara, fundadora de eXgae y experimentada activista -fue una de las principales opositoras a la 'Ley Sinde'- responde a las dudas de lainformacion.com sobre el espíritu, propuestas y futuro de la formación.

¿De dónde surgió la idea de bautizaros como Partido X y de presentaros con tanto misterio?

Nosotros trabajamos para romper totalmente la idea de los partidos, que han sido unos intermediarios que al final han creado un tapón entre la participación de los ciudadanos y las instituciones. Creemos que esta intermediación está totamente superada, y por eso hacemos cosas bastante sorprendentes. Desde el principio queríamos dejar muy claro que no hay que fiarse del personaje, sino del trabajo realizado. Los ciudadanos somos los responsables de vigilar a la gente que trabaja en las instituciones.

¿Creéis que ocultar vuestros rostros ha sido contraproducente?

No, creemos que ha sido muy útil, aunque también recibimos muchas críticas, porque las cosas nuevas sorprenden y angustian. En la sociedad española hay, de todos modos, una conciencia muy alta, y la gente a la que no le asustan los cambios entiende que nuestra hipótesis de cambio es seria.

¿Os sentís todavía unos desconocidos entre los españoles? ¿Cómo resumiríais vuestro programa a alguien que os acaba de descubrir?

Seguramente debamos llegar a más gente, pero también somos uno de los pocos partidos que en un solo año de existencia ha implantado un modelo tan diferente y estado tan presentes en la agenda política. Es algo que no se puede obviar: el primer día cosechamos 20.000 'followers' en las redes sociales, nuestro primer vídeo tiene casi un millón de visitas... Nuestro programa, en resumen, propone un pacto transversal no ideológico entre ciudadanos que se asiente sobre unos mínimos comunes que, a través del trabajo, llevemos a cabo de manera federada. No somos una ideología, sino un método, porque estamos convencidos de que para conseguir resultados diferentes hay que hacer las cosas de manera completamente distinta.

¿Cómo convenceríais a alguien de que no sois el partido del 15M?

Nosotros somos, sin duda, los que mejor representamos el espíritu inicial del 15M, pero este espíritu es muy variado, y cualquiera que diga que representa al 15M está manipulando.

¿En qué consiste la"democracia del futuro" a la que aludís en vuestro programa?

Hay dos formas de participar en democracia. Hoy en día vivimos una falsa participación: podemos votar una vez cada cuatro años eligiendo entre un catálogo preestablecido, y quejarnos en la calle de las decisiones que se toman; o formar parte de la democracia de los ciudadanos, en la que se equipare responsabilidad con participación, que es exactamente lo que nosotros practicamos en nuestro método. Con una participación responsable y ordenada podemos conseguir que la democracia sea de los ciudadanos y se vigile a las instituciones.

Precisamente usted es una de las creadoras del llamado Método de la Red Ciudadana Partido X. ¿Qué se esconde tras esa denominación?

Trabajamos con lo que hay. Muchas veces la política se basa en vender humo o en plantear hipótesis muy bonitas, pero que a corto plazo no se pueden conseguir. Nosotros hacemos trabajo concreto sobre problemas concretos, y para ello aportamos soluciones concretas. Federamos las competencias, porque la democracia no se basa en estar todos de acuerdo, y creamos mecanismos para que en el desacuerdo se pueda vivir juntos.

¿Cómo funciona este proceso de manera práctica?

Se suele partir de una hoja de ruta en la que se equipara participación con responsabilidad. Esto quiere decir que no vale opinar mucho y trabajar poco. Primero se aporta trabajo y luego se toman decisiones. El núcleo de gente que más trabaja y aporta es el que más decisiones toma, porque es sencillamente el que más conoce el proyecto. Con nuestro programa partimos de unas prioridades que se lanzaron a la red del partido. Cada nodo trabajó en lo que conocía y lo devolvió a la cocina, donde se junta todo y se presenta el resultado a la red. Después, la red da su opinión, el programa se corrige y luego se abre a la sociedad civil.

Vuestro partido ha acuñado algunos términos que todavía resultan ajenos para la mayor parte de los votantes. Por ejemplo, el de 'wikigobierno' o el de 'wikilegislación'.¿En qué consisten estos procesos?

Nosotros no hemos inventado nada. La wikilegislación consiste en producir un texto y abrirlo a enmienda, mejorando lo que hay a través del conocimiento común.

¿Buscáis que la legislación se elabore así a largo plazo?

Bueno, esto ya existe. Ha ocurrido en Islandia y en Brasil, donde se acaba de aprobar la ley más articulada que existe en este formato: el Marco Civil da Internet. Es una ley ciudadana sobre Internet creada en 2010 a la que le ha costado unos años superar las trampas de los lobbys, pero no es una utopía. Las herramientas ya existen, pero falda la voluntad política para que se apliquen.

¿Qué es el 'voto real y permanente'?

Nuestra constitución dice que la soberanía emana del pueblo, que puede manifestar su voluntad a través de sus representantes o directamente. En realidad, sólo tenemos el derecho a elegir cada cuatro años. Es una quinta parte de lo que se entiende por derecho a voto. Nosotros queremos que se voten las decisiones. No se trata de que votemos todo ni de crear un espacio en el que no haya instituciones, sino de crear cauces para vigilar a las mismas instituciones de las que ya disponemos.

Si hemos delegado la posibilidad de votar en una persona que promete no subir el IVA y que, una semana después y de la mano de sus amigotes cambia de opinión, podremos ir a una oficina de correos donde esté habilitado un espacio de voto permanente en el que opinar. Así podríamos tumbar la ley sin necesidad de echarnos a la calle. Serviría para que nuestros gobernantes no tengan un cheque en blanco y estén complemente vigilados, parando las leyes que sean impopulares.

Cuando habláis de "democracia y punto", ¿a qué sistema democrático os referéis? ¿Proponéis un sistema asambleario como el de la Antigua Grecia?

No, en absoluto. Estamos en contra de sistemas verticales y horizontales, porque no tienen eficacia. Tiene que haber debate ciudadano, pero a la hora de gobernarnos se necesita escalar la toma de decisiones. El andamiaje que tenemos es mejorable, pero ya es. No vamos a ser una asamblea de 35 millones de personas, porque eso daría pavor a cualquiera. Debemos plantearnos cómo delegar sin que esto se nos vaya de las manos. La red ciudadana busca una propuesta más científica para crear una democracia del siglo XXI.

Entre otras cosas, abogáis por celebrar referéndums directos. ¿Cuál sería la periodicidad de estas consultas?

La nuestra no es una imitación del sistema suizo, sino que planteamos varios mecanismos que tienen que estar en equilibrio. No somos de extremos. El referéndum se celebraría en muy contadas ocasiones e iría orientado a asuntos muy estructurales como el cambio de la Constitución o de tratados internacionales que no se puedan 'wiki enmendar'. Para lo demás estaría la wikilegislación y el voto permanente.



En ese nuevo escenario en el que los ciudadanos podrían legislar, ¿se correría el riesgo de que se crease una nueva élite y se aislase a las personas que no participasen activamente?

No, porque hay experiencia en este sentido. Yo misma he trabajado como lobbysta ciudadana en Europa, y muy a menudo se abren consultas ciudadanas no vinculantes sobre ciertas directivas. Las multinacionales tienen dinero para pagar a alguien que haga sólo esto, pero nosotros no trabajamos así, aunque en Europa se ve que hay temas donde el ciudadano puede aportar. En el tema de los afectados por la hipoteca, por ejemplo, probablemente no haya ningún especialista diplomado en vivienda, pero se deberían escuchar las soluciones a este problema, combinando lo académico con la experiencia de un afectado o de un ciudadano comprometido.

¿Cómo se podría hacer realidad ese 'Nuremberg financiero' al que aludís en vuestro programa? ¿Confía el Partido X en la justicia?

Nosotros no confiamos en nada, sólo en el trabajo. La justicia hay que cambiarla muy mucho, y de hecho es el apartado que más dificultades genera porque el gobierno está corrupto y la alta justicia también lo está en los más altos niveles. Sólo los jueces y abogados de a pie están intentando modificar las cosas por dentro.

Nosotros hemos trabajado con la querella del 15mpaRato y creemos que hay cosas que se pueden hacer, porque la crisis que vivimos no viene del cielo, sino que procede de las malas prácticas de personas con nombres y apellidos, a las que debemos señalar y condenar. En Europa se puede hacer y hay muchísimas oportunidades, que se ven en sentencias como la de Bankia, la de las preferentes o la de la tasa del Euríbor.

Trabajar sentencia por sentencia sería un camino muy largo...

El camino es en general muy largo. Hay que tocar todas las teclas, porque la justicia y la política sólo se mueven bajo presión, como el trabajo de Hervé Falciani o el de nuestras comisiones jurídicas. Tenemos que coordinar la presión de la sociedad civil para conseguir que avancen las causas legales. Muchas de estas causas estarían de hecho archivadas si los ciudadanos no lo hubieran impedido. Pero el de Europa es un escenario más dinámico que el que se puede dar en España.

Pasemos a lo que de verdad le preocupa a la gente: la economía y, sobre todo, el empleo. ¿Cuáles son los puntos claves de vuestro Plan de Emergencia para salir de la crisis?

Lo primero es no tener que pagar para trabajar. Las micro y pequeñas empresas están en una situación medieval. Nuestros parámetros chocan completamente y crean competencia desleal respecto al resto de Europa más civilizada, y esto es algo que se puede conseguir fácilmente.

¿Propondríais una nueva reforma laboral, por ejemplo?

Hay que hacer dos cosas. El Estado tiene que ser un facilitador, y no un recaudador vampiro que succiona dinero para repartir entre bancos y élites políticas. Para ello hay que reformar la fiscalidad, algo en lo que trabaja Raúl Burillo -el 'número tres'-. Hay que impedir que se destruya a la clase media y trabajadora a través de una reforma de las políticas laborales, que enfrentan empleador y empleado. La cuestión es crear un ámbito de colaboración desde pymes y micropymes, permitir el emprendimiento y hacer la contratación más flexible, pero sin afectar a las condiciones de trabajo. Todo se resume en no asfixiar a pymes, autónomos y trabajadores."Veremos si podemos crear un grupo en la Eurocámara"

La Red Ciudadana del partido va recogiendo aportaciones de los ciudadanos por toda España, muchos de ellos expertos en distintos temas. Hay biólogos, ingenieros, estudiantes, filólogos... ¿Es necesario ser político profesional para hacer buena política?

Cuando uno tiene un trabajo y está encargado de una tarea tan compleja, tiene que hacerlo con absoluta dedicación. Los políticos tienen que estar muy bien preparados. No creemos que cualquiera puede hacer cualquier cosa ni apoyamos la idea de rotación actual, en la que un político está primero en el Ministerio de Sanidad y mañana en el de Agricultura. Tiene que haber renovación y una regeneración constante, sin que una persona esté 40 años en un mismo puesto.

¿Cómo puede ser un partido apartidista? ¿Teméis que se os considere antipolíticos y esto genere desconfianza?

Cuando decimos que somos apartidistas nos referimos a que no compartimos la idea de partidos que hay a día de hoy. Creemos que los partidos tienen que ser más un espacio científico que resuelve problemas y no tanto una especie de lobby de 'amiguitos' que impiden una comunicación directa con la ciudadanía.

La clase política, ¿debe renovarse o desaparecer?

Ninguna de las dos cosas: la política tiene que ser llevada desde la ciudadanía. Parte de nuestra vida tiene que estar centrada en vigilar y crear cauces de responsabilidad para que los ciudadanos deleguen.

Una de vuestras propuestas internas es no ser europarlamentarios al uso, sino desprenderos de algunos privilegios. ¿Qué haríais si llegarais a la Eurocámara?

Los sueldos de los representantes deben ser equiparables al sueldo medio del lugar donde se esté ejerciendo. Esto de momento no se puede llevar a cabo por problemas legales, así que en la Eurocámara intentaremos adecuar el sueldo a la mitad de lo previsto y renunciar a todos los privilegios de viajes y dietas. Además, el dinero que viniera de todas esas partidas, que son realmente espeluznantes, iría a una cuenta que se utilizaría para financiar pleitos como la denuncia contra las preferentes o los desahucios.

¿Aceptaría el Partido X subvenciones si pudiera optar a ellas? Por ahora os habéis servido del 'crowfunding' y ha funcionado...

Creemos que el bien común tiene que financiar las estructuras e instituciones del Estado, porque si no sólo los señoritos podrían hacerpolítica. Ahora mismo se abonan 7 millones de euros para cada campaña electoral. Queremos que esto sea más funcional y menos publicitario. No estamos en contra de que se pague a nuestros representantes con nuestros impuestos, pero lo que no es normal son las partidas que se dedican a este asunto.

En Bruselas son las grandes agrupaciones las que dominan el Parlamento. Los conservadores, los socialistas, los verdes..., suelen unirse a nivel comunitario. ¿Estaríais dispuestos a formar una coalición con otras formaciones?

En Europa hay cinco grupos de los que no queremos formar parte, pero esta vez entrarán muchas otras opciones y formas de hacer política desde los distintos países. Queremos ver cuál será la composición final y calibrar si se puede crear un grupo que plantee una nueva forma de hacer política. De no ser posible, trabajaremos para señalar las grietas e informar a la ciudadanía, impidiendo que avancen ciertas legislaciones movidas por intereses particulares y por lobbys.

En varios foros se ha dicho que buscáis dividir a la izquierda y 'robarle' espacio electoral. ¿Qué responderíais a estas acusaciones?

La gente de izquierdas dice que somos de derechas, y los de derechas aseguran que somos de izquierdas. Nosotros no decimos nada, sólo trabajamos. Las formaciones políticas parecen no estar preparadas para plantear una propuesta basada en el trabajo y no en el cambio de cromos.

Si, como decís, proponéis un método y no una ideología, ¿tiene el Partido X fecha de caducidad?

Si todo fuera bien, estaríamos encantados de volver a hacer lo que estábamos haciendo antes. Sin embargo, la idea de cambiar el sistema llevará desgraciadamente unos 30 ó 40 años de trabajo.

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