El patrón del "colegio en barco" es condenado a 12 años por abuso de menores

  • Léonide Kameneff, el patrón del llamado "colegio en barco", que ofrecía un aprendizaje intelectual, físico y afectivo distinto al establecido en Francia, fue condenado hoy a 12 años de cárcel por agresión sexual y violación contra cinco menores.

París, 22 mar.- Léonide Kameneff, el patrón del llamado "colegio en barco", que ofrecía un aprendizaje intelectual, físico y afectivo distinto al establecido en Francia, fue condenado hoy a 12 años de cárcel por agresión sexual y violación contra cinco menores.

Su mano derecha en ese proyecto educativo, en el que se embarcaron cerca de 500 niños entre 1979 y 2002, fue sentenciado a seis años exentos de cumplimiento, mientras que otro de los colaboradores recibió una pena de cinco años también exentos, y el cuarto trabajador juzgado fue absuelto.

El juicio por agresión sexual y violación de nueve menores comenzó el pasado 5 de marzo en el Tribunal Criminal de Menores de París, y en el mismo Kameneff, de 76 años y fisioterapeuta infantil, era el principal acusado.

El responsable de la asociación proponía que los alumnos, la mayoría de entre 10 y 14 años, navegaran por todo el mundo en el "Karrek-Ven", la más conocida de las tres embarcaciones que utilizaba.

Las víctimas, hoy adultos de entre 33 y 46 años, habían descrito durante el proceso el clima "libertino" que se vivía en ese centro, en el que según ellos se veía con buenos ojos el nudismo y las relaciones sexuales entre adultos y menores.

El proyecto, según señalaba la asociación en su página web, ofrecía "una experiencia emancipadora" y "una alternativa a la educación y al aprendizaje" de los colegios convencionales, una opción "rica en descubrimientos".

Esta organización no lleva a cabo viajes lectivos desde 2008, cuando Kameneff fue arrestado en Venezuela y posteriormente extraditado a Francia.

El trabajador absuelto, que actualmente tiene 39 años, tenía 17 en el momento en el que se produjeron los hechos, y comparecía igualmente como parte civil, tras asegurar que también había sido violado a bordo.

Kameneff, en declaraciones recogidas por los medios al principio del juicio, aseguraba que determinadas conductas que actualmente se observan "con sospecha" eran algo habitual por aquel entonces.

Quienes presentaron la denuncia sostenían de hecho que los responsables de la embarcación les explicaban que todo "era normal", mientras les daban masajes desnudos o practicaban relaciones sexuales.

"Me molestaba, pero para mí era el precio a pagar por el resto de cosas magníficas. Después, cuando crecí, se hizo más difícil de soportar", comentó a "Libération" uno de los demandantes, cuyo abogado intentó demostrar que "en un entorno de ensueño, había abusos" derivados de la "manipulación" del principal acusado.

La primera denuncia fue interpuesta en 1994 y el proceso se ha alargado tanto que el Estado llegó a ser condenado por "denegación de la Justicia".

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