Sevilla, 21 jul.- Los botes de plaguicida que en diciembre pasado mataron a tres miembros de una misma familia en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) no cumplieron la cadena de custodia, según las declaraciones a la juez instructora.
Fuentes del caso han informado a los periodistas de que la juez de instrucción 2 de Alcalá de Guadaíra ha tomado hoy declaración a tres imputados, uno de ellos representante de la empresa de gestión de residuos que debía reciclar los envases y el de la chatarrería que se los compró.
Según las fuentes, las declaraciones han demostrado que fallaron los mecanismos de control y que se rompió la cadena de custodia, pues en lugar de eliminar o desintoxicar los envases de plaguicida, la empresa de gestión de residuos se los vendió al peso a una chatarrería.
El chatarrero pago 308 euros por mil kilos de envases que creía que eran de aluminio y de los que desconocía que eran tóxicos, según su declaración.
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