El presidente de Guatemala lleva a España y al Vaticano propuesta sobre droga

Pilar Domínguez

Madrid, 12 feb.- El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, apuesta por "regularizar" las drogas como forma de combatir el narcotráfico y la criminalidad que lo rodea, una propuesta que trae a España y llevará al Vaticano, a la vez que "es distinta la situación de Guatemala y México".

En una entrevista con EFE Pérez Molina dijo hoy sentirse privilegiado por ser de las últimas personalidades que recibirá Benedicto XVI, a quien le hablará en la audiencia del próximo sábado, de su propuesta para cambiar la estrategia contra las drogas y sobre la emigración guatemalteca a Estados Unidos.

Pérez Molina llegó hoy a Madrid para una visita oficial de dos días, que comenzará este miércoles con una reunión con el rey Juan Carlos, otra con el presidente del Gobierno español y el jueves mantendrá un encuentro con empresarios e inversores españoles.

Preguntado sobre qué sectores necesitan más inversiones en Guatemala, citó el de la construcción, la generación de energía eléctrica y el proyecto del "canal seco" de 372 kilómetros de longitud por 140 de ancho en el que prevé construir un ferrocarril y una carretera para el transporte de mercancías desde el Atlántico al Pacífico.

Es un proyecto "importantísimo", dijo, "para agilizar el comercio", contexto en el que afirmó que "estamos hablando no solo de Guatemala ni Mesoamérica sino que se favorecería el comercio a nivel mundial".

Desde España, Pérez Molina viajará a el Vaticano donde el sábado será recibido en audiencia por Benedicto XVI, a quien dijo que pedirá "que me ayude con el nuevo Papa para que quede la invitación que vamos a hacer" para que visite Guatemala, al señalar que en principio el sucesor del actual Papa podría hacer una escala en su país cuando viaje a Brasil para asistir al Congreso de la Juventud Católica, que se celebrará en agosto próximo.

Sobre su propuesta para cambiar la lucha contra las drogas, el presidente guatemalteco explicó que "la regularización de las drogas es el camino que deberíamos seguir" y buscar alternativas a las políticas actuales "con una base científica".

Hasta ahora, "la lucha contra las drogas no ha dado los resultados que quisiéramos. En todo el mundo se siguen consumiendo drogas, ha aumentado la violencia y la delincuencia como producto de una acción colateral con del consumo y trafico de las drogas", dijo el presidente guatemalteco, quien estimó que el narcotráfico mueve anualmente más de 370.000 millones de dólares.

Preguntado por la violencia en Guatemala y la intervención de militares por las calles del país, subrayó que "el Ejército no ha salido como salió en México, a hacer un combate frontal contra el narcotráfico. Es distinta la situación de Guatemala y México", sentenció.

"El Ejército ha salido para apoyar a la policía nacional civil" en Guatemala, respondiendo al "clamor de la población" para que lo hiciera, dijo el presidente, al explicar que los estándares internacionales son 4 policías por cada 1.000 habitantes.

En Guatemala "no llegamos ni a 2 policías por 1.000 habitantes", eso es una de las cosas "que propician que haya más criminalidad y hechos delictivos", aseguró.

Por otro lado, Pérez Molina considera "histórico" el proceso judicial que se sigue en su país contra el exdictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt por genocidio y crímenes de guerra, cuyo juicio comenzará el 13 de agosto y manifestó su esperanza en que "para el bien de Guatemala que sea aplicada la Justicia".

"Nosotros vamos a ser respetuosos de lo que digan las instancias encargadas de la justicia, estamos en poder coordinar y apoyar en todo lo que sea necesario, pero respetando la independencia de poderes", declaró.

El presidente guatemalteco dijo que otorga una gran importancia a las cumbres iberoamericanas porque han tenido "la capacidad de continuar, la capacidad de convocar y la capacidad de avanzar en los temas más importantes", como el combate de la droga, el medio ambiente, la educación, la economía, temas que, recordó, se trataron en encuentro en la ciudad española de Cádiz, en noviembre pasado.