El presidente de Kazajistán confía en futuro "brillante" pese a dificultades

  • A pesar de la caída del precio del barril de crudo y las sanciones impuestas a Rusia, uno de sus mayores socios comerciales, la República de Kazajistán está tomando medidas para capear el temporal y continuar en la senda del crecimiento económico, la diplomacia mundial y la tolerancia religiosa y cultural.

Astana, 14 dic.- A pesar de la caída del precio del barril de crudo y las sanciones impuestas a Rusia, uno de sus mayores socios comerciales, la República de Kazajistán está tomando medidas para capear el temporal y continuar en la senda del crecimiento económico, la diplomacia mundial y la tolerancia religiosa y cultural.

Así lo hizo saber su presidente, Nursultan Nazarbayev, en una entrevista difundida por la agencia kazaja de información Kazinform, en la que habló de un futuro "brillante" para su país en un contexto de grandes dificultades a escala global.

De hecho, el mismo Nazarbayev anunció este año que el país centro asiático tendrá que tomar fondos de su reserva petrolífera para financiar un programa de varios miles de millones de dólares para asegurar el crecimiento de la economía doméstica en una época complicada.

Este programa de desarrollo, que se llevará a cabo durante los próximos tres años y le costará a los kazajos unos 3.000 millones de dólares, incluye la mejora de infraestructuras para el transporte ferroviario, aéreo y por carretera, con el objetivo de aumentar su competitividad y crear empleo.

El proyecto incluye también un conjunto de iniciativas para una red de seguridad social, aunque el objetivo principal de la misma es conseguir un crecimiento sostenible.

"Ya que el ferrocarril revitalizará la economía de varias regiones, la gente tendrá posibilidades para encontrar un trabajo decente, y con el tiempo aparecerán nuevos pueblos. Las personas se asentarán" y poblarán áreas que se quedaron prácticamente deshabitadas cuando algunas de las minas del país, ricas en minerales y sobre todo en cobre, se agotaron, explicó el presidente.

En relación con otros temas fuera del mercado interior kazajo, Nazarbayev describió las sanciones impuestas a Rusia a consecuencia de la crisis de Ucrania, como un arma de doble filo.

Dijo que presionar económicamente a uno de los socios de Kazajistán en la Comunidad Económica Eurasiática (EurAsEC) no solo significa presionar a los rusos, sino también a los propios kazajos.

Sin embargo, el presidente destacó la consecuente apertura de nuevas oportunidades de comercio con el gigante eurasiático.

"Tal vez algunas plantas rusas no puedan trabajar a plena capacidad. Eso significa, que ellos no serán capaces de comprar nuestras materias primas en el volumen de antes", dijo.

"Por otro lado, Rusia toma las sanciones recíprocas y prohíbe la importación de algunos productos alimenticios desde el oeste a su territorio. En relación con esto, tendremos la posibilidad de incrementar las exportaciones de los productos alimenticios a Rusia, incluyendo frutas y verduras, carne, etc" afirmó.

"Debemos tomar ventaja de esto y producir más cantidad de alimentos para Rusia. Nuestros agricultores pueden obtener ganancias, abasteciéndose de hortalizas, lácteos, carne y otros productos", concluyó.

Kazajistán está dispuesto a ir más allá del bloque comercial en el que se mueve actualmente y tiene la mirada puesta en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Con su entrada espera aumentar los contactos y mejorar sus relaciones con economías potentes como las de la Unión Europea, a pesar de la preocupación inicial sobre la EurAsEC, que ha sido vista por muchos como un intento ruso por revivir la antigua Unión Soviética.

"Todas las conversaciones sobre las desventajas de la participación de Kazajistán en la Comunidad Económica Euroasiática son las demostraciones de diletantismo", destacó el presidente.

"Todos los países participantes tienen votos iguales, todo se decide por consenso. Además, Kazajistán siempre puede salir de esta comunidad en caso de la amenaza a su independencia. En general, esta Unión tiene muchas ventajas, así que no hay ningún argumento para el pesimismo".

En la entrevista, el presidente kazajo reafirmó su apoyo en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico y pidió una solución pacífica para la crisis de Ucrania.

Alrededor de un 60 por ciento de la población kazaja es musulmana, pero eligen el islamismo verdadero, moderado y tolerante, dijo el presidente. "Hay movimientos religiosos que nos pueden causar daño. Tenemos que mantenernos alejados de ellos y tomar como principio los mandamientos de la religión, que profesan la espiritualidad verdadera".

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