El presidente de Túnez defiende el diálogo continuo como base de nueva etapa

  • El presidente tunecino, Beyi Caid Essebsi, defendió hoy el "diálogo continuo" entre todos los sectores como base de la nueva etapa democrática, al conmemorarse el cuarto aniversario de la revolución que derrocó al régimen de Ben Ali.

Miguel Albarracín

Túnez, 14 ene.- El presidente tunecino, Beyi Caid Essebsi, defendió hoy el "diálogo continuo" entre todos los sectores como base de la nueva etapa democrática, al conmemorarse el cuarto aniversario de la revolución que derrocó al régimen de Ben Ali.

El presidente, que juró su cargo el 31 de diciembre, pronunció su primer discurso como jefe de Estado en el Palacio de Cartago, en el que homenajeó al joven comerciante Mohamed Buazizi, que con su inmolación "abrió a los tunecinos un amplio horizonte de cambios que por medios pacíficos inició una transición democrática".

En aquellos momentos -en 2010- "había los problemas de la corrupción, la pobreza y el paro, que provocaron una revolución que causó 330 mártires, 4.000 heridos y 14 muertos entre las fuerzas del orden", enfatizó.

El presidente se refirió también a que una vez pasada la revolución y tras la celebración de las elecciones legislativas y presidenciales entre octubre y diciembre "se consagra y consolida la democracia, cuyo primer paso será la formación en curso del nuevo Gobierno".

En referencia a los asesinatos de los dos políticos de izquierdas en 2013, Chukri Bel Aid y Mohamed Brahmi, el presidente aseguró: "Es nuestra obligación arrojar toda la luz y descubrir la verdad para precisar qué pasó y quién fue el responsable".

Después de expresar su compromiso de basarse en la nueva Constitución del 27 de enero pasado, dijo que "la II República concretará e impulsará las aspiraciones de la Revolución de respeto a las libertades públicas generales e individuales, la libertad de prensa y la sociedad civil".

Sobre los retos que el país afrontará en esta nueva fase, mencionó que "las Fuerzas de Seguridad de Interior y las Fuerzas Armadas contarán con más medios para atajar el problema del terrorismo".

Añadió que "el impulso a la igualdad entre hombres y mujeres, así como la unión de todos, es una responsabilidad colectiva para superar los desafíos económicos, y en primer lugar el de la lucha contra el desempleo, con el objetivo de consolidar una democracia que nos ponga en el grupo de países avanzados".

El presidente también ha condecorado a los cuatro líderes de instituciones que dirigieron el diálogo nacional que sacó al país de la grave crisis política hace un año: el de la Unión General de Trabajadores Tunecinos, el sindicato principal, Huseín Abasi; la de la patronal, UTICA, Widel Buchamawi; el decano de los abogados, Fadel Mahfud, y el presidente de la Liga tunecina de Derechos Humanos, Abdelsatar Ben Musa.

Fueron también condecoradas las viudas de los dos políticos asesinados, en el mismo momento en el que familiares de "mártires" protagonizaron protestas, al parecer por no sentirse incluidas, que hicieron que el presidente diera por acabada de forma un tanto brusca la ceremonia conmemorativa que estaba siendo retransmitida por la televisión estatal.

Al mismo tiempo que se celebraba la ceremonia en Cartago y durante todo el día, miles de ciudadanos desfilaron frente a la cincuentena de casetas que los partidos políticos y asociaciones montaron por toda la avenida capitalina de Habib Bourguiba.

Asimismo, llamó la atención la fuerte presencia de un grupo de simpatizantes y militantes del Hizbu Atahrir (Partido de la Liberación) que se paseaban con banderas negras y blancas típicas de los salafistas y con pancartas en las que reclaman la instauración de un "califato".

"Hay que derrocar al régimen y no (solo) cambiar a los gobernantes" o "Que el próximo gobierno sea un Califato sobre los pasos del Profeta" (Mahoma), decían algunas de las pancartas.

La filial tunecina del Hizbu Atahrir defiende la proclamación de un califato "por medios políticos pacíficos", idea que comparten con otros integristas religiosos islámicos.

En cuanto al movimiento islamista moderado Al Nahda, el principal opositor, también aprovechó la conmemoración para expresar su "disposición a integrar el nuevo gobierno (en formación) si es oficialmente solicitado, ante las exigencias de esta fase y ante el interés nacional", subrayando que "la prioridad es restaurar la seguridad, la lucha contra el terrorismo y la justicia social".

"Estamos en los últimos momentos de la formación de un gobierno que conducirá al país a una nueva fase que necesitará apoyarse aún en el consenso en el marco de un gobierno de unidad nacional", manifestó Al Nahda en un comunicado.

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