El presidente depuesto de Kirguizistán recibe asilo en Bielorrusia

  • Moscú.- El depuesto presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, ha recibido asilo en Bielorrusia, anunció hoy el líder bielorruso, Alexandr Lukashenko.

El Gobierno provisional kirguís agradece el apoyo de la OSCE y asegura que controla situación
El Gobierno provisional kirguís agradece el apoyo de la OSCE y asegura que controla situación

Moscú.- El depuesto presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, ha recibido asilo en Bielorrusia, anunció hoy el líder bielorruso, Alexandr Lukashenko.

"El presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, y su familia se encuentran en Minsk bajo protección de nuestro Estado y la mía propia", aseguró Lukashenko durante el discurso sobre el estado de la nación en el Parlamento, según la agencia oficial bielorrusa Belta.

Lukashenko, quien calificó de "golpe de Estado" el derrocamiento del líder kirguís, añadió que "anoche" encomendó a sus servicios secretos que "organizaran el traslado de Bakíev a Minsk" desde Kazajistán.

"Yo, como persona y como presidente, tengo derecho a tomar una decisión como ésa", dijo Lukashenko, que reconoció que fue él quien "invitó a Minsk" a Bakíev.

El líder bielorruso recordó que había advertido a Bakíev de que no cometiera los mismos errores que su antecesor, Askar Akáyev, derrocado durante la incruenta Revolución de los Tulipanes de 2005.

Con todo, negó que se pueda responsabilizar al depuesto presidente kirguís de saquear ese país centroasiático y de que "las autoridades recurrieran a la fuerza en defensa propia".

"He ordenado la formación de una comisión médica para revisar el estado de su salud y la de sus familiares", apuntó el dirigente bielorruso, quien ya la semana pasada se mostró dispuesto a acoger a Bakíev.

Lukashenko aseguró que, además de Bakíev, en Minsk se encuentran otros tres miembros de su familia, aunque no especificó si se trata de su esposa y sus dos hijos Marat y Maxim, buscados por el nuevo Gobierno provisional.

La pasada semana, Lukashenko criticó la actitud de Rusia por apoyar desde un principio al Gobierno provisional, sin denunciar que se trataba de un "golpe anticonstitucional".

Además, Lukashenko, en el poder desde 1994 y que es considerado el último dictador de Europa, negó la posibilidad de que en Bielorrusia pueda producirse una revolución similar.

Bakíev -derrocado el 7 de abril tras los violentos disturbios en Biskek, la capital kirguís, y sustituido por un Gobierno provisional- se refugió el jueves pasado en Kazajistán, donde firmó de su puño y letra una carta de dimisión.

Mostrar comentarios