El presidente Kabila debe respetar la constitución y garantizar la democracia

Si un país se ha beneficiado del olvido americano y europeo con respecto a África durante la última década ha sido China. Gracias a la ausencia de una inversión americana y europea significativa en el continente africano, en particular por debajo del Sáhara, el comercio de China con este área aumentó de 20 mil millones dólares en 2001 a 120 mil millones en 2011.

Estos negocios benefician a China más que a sus socios comerciales africanos, dado que la superpotencia asiática tiende a comprar materias primas, repatriar los beneficios, y dejar atrás relativamente poco en términos de inversión en infraestructura e industria. China tampoco tiene ningún motivo para apoyar la reforma política en los países donde el autoritarismo, el abuso de los derechos humanos, y la corrupción han reinado a sus anchas durante los últimos años. Por el contrario, Beijing ha mirado con buenos ojos la forma en que estos países se gobiernan.

Pero mientras tanto, enconada lucha política en el continente ha estado en manos de grupos extremistas. A pesar de que el movimiento Al-Shabab afiliado Qaeda en Somalia es políticamente más débil que en el pasado, todavía tiene la capacidad de provocar un gran daño, y está extendiendo sus garras en Kenia, avivando una nueva ola de violencia sectaria.

Además, en el norte de Nigeria, el grupo islamista radical Boko Haram continúa atacando instalaciones militares y gubernamentales y a la minoría cristiana del norte. Su objetivo sigue instaurar una Estado bajo el gobierno de la Sharia.

En el Sahel africano, el colapso de la Libia de Gadafi ha permitido a los grupos armados acumular grandes reservas de armas. Con la excepción de la Argelia actual, todos los países de la zona están gobernados por islamistas - y aunque los salafistas todavía no han alcanzado el poder político, las élites políticas afiliadas a la Hermandad se han mostrado incapaces de contenerlos.

Es hora de que Europa y Estados Unidos despierten y muestren su liderazgo en África. Afortunadamente para el continente, hay algunos signos alentadores de que se está empezando a hacerlo.

Los esfuerzos de seguridad son sólo una pieza del rompecabezas. Desde el comienzo de este año, algunas declaraciones de funcionarios de la Administración de Estados Unidos han transmitido señales alentadoras, remarcando su responsabilidad hacia el continente y su desarrollo democrático, así como su compromiso para garantizar los derechos humanos.

A principios de mayo, durante un discurso en Addis Abeba, por ejemplo, el secretario de Estado John Kerry señaló que la amenaza de la violencia en este continente podría "impedir que incluso los primeros brotes de prosperidad en los países emergentes" y pidió a los africanos "caminar hacia la paz y la prosperidad, no hacia la venganza y el resentimiento."

Cuando Kerry visitó la República Democrática del Congo, se planteó la cuestión de si iba a presionar al presidente Joseph Kabila, que cada vez que manifiesta tendencias dictatoriales, para dejar la presidencia a finales de 2016 como exige la Constitución del Congo.

De esta forma, Kerry indicó que no creía Kabila fuera a buscar un tercer mandato en 2016: "Creo que [Kabila] tiene muy en cuenta el hecho de que Estados Unidos de América está profundamente convencido de que el proceso constitucional debe ser respetado. La RDC es más fuerte cuando su gente tiene respeto por su nación y por su gobierno, y cuando el proceso constitucional se aplica correctamente".

Si bien reconoce que Joseph Kabila es "un hombre joven que todavía puede contribuir al desarrollo de su país", el jefe de la diplomacia EE.UU. insistió en la necesidad que que las elecciones sean libres, justas y transparentes y obligar al cumplimiento de la actual Constitución del Congo. La oposición y la sociedad civil congoleña sin duda esperan las palabras de Kerry serán escuchadas y han enviado un memorando de Kerry en este sentido.

Por otra parte, Russell Feingold, enviado especial para los Grandes Lagos y la RDC, hizo unas declaraciones que sugieren que Estados Unidos está realmente preocupado sobre que Kabila quiera su mandato más allá de su mandato constitucional. "África no necesita hombres fuertes", dijo,"pero sí instituciones fuertes".

"La comunidad internacional no ha actuado en el pasado como debe y tiene que repetir ese error en el 2016", agregó. Y en una muestra de ese compromiso, Kerry anunció la entrega inmediata de 30 millones de dólares en fondos adicionales para apoyar unas elecciones transparentes y creíbles, así como programas de reconstrucción en el este del Congo.

"La fuerza militar por sí sola no traerá la estabilidad en la República Democrática del Congo", aseguró, a la vez que pidió a los rebeldes congoleños entregar las armas. Por otra parte, el Departamento de Estado también indicó que Washington apoyaría tal esfuerzo con una suma de 100 millones de dólares.

Miles de congoleños salieron a las calles para celebrar la visita de Kerry, ya que consideraron que Estados Unidos podría ser un apoyo fundamental para la democracia en este país. Asegurar que sus esperanzas no se ven truncadas será una victoria para África y una victoria para Estados Unidos. Numerosos niños nacidos en el país ese día fueron bautizados con el nombre de Kerry.

La Unión Europea debe tener pronunciarse claramente sobre la obligación de respetar la constitución en todos los países africanos y colaborar en el proceso de transición democrática. La prosperidad del continente africano dependen de ello.