El presidente rumano encarga a Ponta la formación del nuevo gobierno

Bucarest, 17 dic.- El presidente de Rumanía, el conservador Traian Basescu, ha encargado hoy la formación del nuevo gobierno del país balcánico al socialdemócrata Victor Ponta, actual primer ministro y vencedor de las legislativas del pasado día 9.

Según informó la presidencia en un comunicado, Basescu firmó el decreto que designa primer ministro al líder socialdemócrata, quien aspira a continuar gobernando con la coalición de centroizquierda Unión Social Liberal (USL), en el poder desde junio de este año.

Ponta pretende presentar el nuevo Gabinete antes del día de Navidad y necesita aún el apoyo del Parlamento para ser investido.

"Se nombra a Victor Ponta en calidad de candidato a la función de primer ministro para pedir el voto de confianza al Parlamento sobre el programa y la lista del nuevo Gobierno", señala la nota del Palacio Cotroceni.

"Debido a que ha existido una sola propuesta por parte de los representantes de los partidos políticos y de las minorías nacionales del Parlamento de Rumanía, el presidente Traian Basescu ha nombrado a Victor Ponta como legítimo candidato a la función de primer ministro", prosigue.

Durante la campaña electoral, en ningún momento el jefe del Estado habló de Ponta como primer ministro y generó especulaciones sobre la presentación de otro candidato socialdemócrata.

Pero la contundente victoria de la USL en los comicios dejó sin opciones a Basescu para esquivar el nombramiento del actual jefe de gobierno.

La coalición de centroizquierda consiguió el 56,96 % de los votos para la Cámara de Diputados y el 58,57 % para el Senado, y dejó así muy atrás a su principal rival, la Alianza Rumanía de Derechas (ARD), que obtuvo el 18,60 % y el 18,87 %, respectivamente.

En tercer lugar, con cerca de un 13 % en ambas cámaras, quedó el Partido Popular-Dan Diaconescu del excéntrico periodista de televisión que da nombre a su formación.

La Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR) también entró en el Parlamento tras superar ligeramente el 5 %.

Rumanía, segundo país más pobre de la Unión Europea (UE), celebró unas elecciones generales marcadas por cuatro años de crisis económica y duras políticas de austeridad que provocaron una inestabilidad política sin precedentes este año.

El acuerdo para un préstamo de 20.000 millones de euros firmado en 2009 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) obligó al país balcánico a reducir los salarios en el sector público un 25 % y aumentar el IVA del 19 % al 24 %.

Éstas y otras medidas draconianas desencadenaron las mayores movilizaciones sociales en Rumanía desde la caída de la dictadura comunista de Nicolae Ceausescu en diciembre de 1989.

Con la llegada al poder de Ponta en junio pasado, la economía rumana se estabilizó pese a que hubo momentos de incertidumbre por la crisis política que terminó en julio con el infructuoso referéndum sobre la destitución del presidente.