El presidente somalí rechaza la incursión militar de Kenia contra Al Shabab

  • El presidente de Somalia, Sharif Sheikh Ahmed, manifestó hoy en Mogadiscio su oposición a la incursión militar del Ejército de Kenia en territorio somalí para luchar contra la milicia radical islámica Al Shabab, ligada a Al Qaeda.

Nairobi, 24 oct.- El presidente de Somalia, Sharif Sheikh Ahmed, manifestó hoy en Mogadiscio su oposición a la incursión militar del Ejército de Kenia en territorio somalí para luchar contra la milicia radical islámica Al Shabab, ligada a Al Qaeda.

"Destruir a esos milicianos es algo bueno (...), pero no podemos aceptar una intervención militar de la que el Gobierno somalí no tiene conocimiento", dijo Ahmed durante una visita al barrio de Daynile, en el oeste de la capital, en declaraciones divulgadas por la web Somalia Report, especializada en información de ese país.

"Hemos solicitado al Gobierno de Kenia que nos asista para luchar contra los extremistas y formar a las fuerzas del Gobierno Federal de Transición de Somalia (TFG, en inglés). Por tanto, le estamos agradecidos, pero no podemos aceptar la intervención militar en Somalia", reiteró el presidente.

Las palabras de Ahmed contrastan con la colaboración que fuerzas del TFG están prestando a las tropas kenianas, que la semana pasada les llevó a hacerse con el control de la ciudad portuaria de Ras Kamboni, donde opera Al Shabab y se concentran piratas somalís.

El Ejército keniano empezó el pasado día 15 una ofensiva en suelo somalí contra la milicia fundamentalista, a quien acusa de varios secuestros recientes ocurridos en zonas de Kenia próximas a la frontera con Somalia.

Las fuerzas kenianas penetraron en Somalia por el secuestro, dos días antes, de dos cooperantes españolas de la ONG Médicos sin Fronteras en el campo de refugiados fronterizo de Daabad (noreste de Kenia), el cuarto que se producía en poco más de un mes, todos ellos supuestamente obra de Al Shabab.

La milicia, que controla amplias zonas del sur y centro del Somalia, combate desde 2006 al TFG y a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) con el fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armados.

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