Bilbao, 2 dic.- El PSE-EE ha rechazado hoy el Plan de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco por considerarlo "insuficiente, lleno de ambigüedad, equidistancia, profundamente equivocado e ineficiente".
En una rueda de prensa celebrada en la sede de los socialistas en Bilbao, el secretario de Organización y Coordinación del PSE-EE, Rodolfo Ares, ha sostenido que la incorporación del llamado "suelo ético" al Plan de Paz no es suficiente porque se ha añadido como un anexo en vez de "impregnar" todo el plan.
Ares ha dicho que el plan del Gobierno Vasco es "poco realista" si lo que pretende es conseguir "microacuerdos" en la ponencia parlamentaria de Paz entre los cuatro grandes partidos vascos (PNV, EH Bildu, PSE y PP), ya que ese grupo de trabajo "no funciona y no es viable" tras la negativa a participar en la misma de UPyD, PP y PSE.
"Si en septiembre no había condiciones para trabajar en la ponencia, menos ahora que dirigentes de Sortu -ha señalado en referencia a Hasier Arraiz- defienden con orgullo su pasado más negro, el de 'ETA mátalos' y la infame ponencia Oldartzen para socializar el sufrimiento".
Ares ha apuntado que tras el rechazo de todos los partidos de la oposición al Plan de Paz el Gobierno Vasco deberá decidir "qué hace con el plan y qué camino seguir".
El dirigente socialista ha manifestado que el borrador del plan elaborado por Jonan Fernández solo ha sufrido "algunos arreglos cosméticos" tras las aportaciones de los partidos y grupos sociales.
"Sigue utilizando un lenguaje ambiguo y alambicado, de ingeniería de mediación, que rebaja valoraciones sobre la violencia más persistente y dañina -la de ETA- y sigue hablando de violencia en vez de terrorismo, de muertes en vez de asesinatos", ha explicado.
Para el PSE-EE, en el Plan de Paz el Gobierno Vasco "dulcifica" la realidad para atraer a la izquierda abertzale y posibilitar los "microacuerdos" entre los cuatro grandes partidos.
Según Ares, "pretender buscar el consenso con EH Bildu rebajando las exigencias éticas y democráticas es una terrible equivocación" en la que el PSE no participará.
El dirigente socialista ha mantenido que el Plan de Paz "diluye la gravedad" del terrorismo de ETA al "envolverlo en un conjunto de violencias y vulneraciones de derechos humanos de distinto signo" y que "no tiene con el terrorismo de ETA el mismo grado de concreción y de beligerancia que sí tiene con el hecho de la tortura".
Además, ha reprochado al Gobierno Vasco que no se implique en la "batalla del relato y de la memoria" al entender que no se puede "imponer un relato que no sea compartido por todos".
A juicio de Ares, ya hay un "relato" compartido por "la gran mayoría de las fuerzas políticas de Euskadi, salvo quienes defendían a ETA y todavía hoy se resisten a hacer autocrítica de su pasado", y es el aprobado en el Parlamento en la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo.
El PSE-EE ha insistido en que el objetivo de un plan de paz y convivencia debe ser conseguir la disolución de ETA sin contraprestaciones, fortalecer una política de memoria, verdad y justicia, exigir una revisión crítica de su pasado a quienes justifican el terrorismo, asentar la convivencia sobre valores éticos y democráticos y legitimar el Estado democrático actual.
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