El sobrino de Muñoz afirma que Roca fue el último eslabón que le quedó a Gil

  • El sobrino del exalcalde de Marbella Julián Muñoz, Alberto García Muñoz, ha asegurado hoy en el juicio del "caso Malaya" que Juan Antonio Roca, presunto cerebro de la trama de corrupción destapada en esta ciudad, fue el último eslabón que le quedó al fallecido exalcalde marbellí Jesús Gil.

Málaga, 23 abr.- El sobrino del exalcalde de Marbella Julián Muñoz, Alberto García Muñoz, ha asegurado hoy en el juicio del "caso Malaya" que Juan Antonio Roca, presunto cerebro de la trama de corrupción destapada en esta ciudad, fue el último eslabón que le quedó al fallecido exalcalde marbellí Jesús Gil.

García Muñoz, exedil del GIL, ha comparecido en la vista en calidad de testigo y ha apuntado que "la gota que le colmó el vaso" a Gil fue la destitución de Juan Antonio Roca, exasesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella.

Según Alberto García, Julián Muñoz se precipitó con Roca ya que en lugar de apartarlo poco a poco, lo destituyó y al día siguiente le presentaron la moción de censura, en agosto de 2003.

En este sentido, García ha explicado que debido a la sustitución de Roca, todo se precipitó y los acontecimientos se desarrollaron "a velocidad de vértigo", aunque ha destacado que la moción de censura no la organizó Roca, sino Gil, que llevaba meses de preparación.

El que fuera presidente del Grupo Independiente Liberal (GIL) y alcalde de la ciudad, Jesús Gil, tenía una "guardia pretoriana", que no intervenía públicamente, gente en la sombra que no eran personajes públicos.

El sobrino de Julián Muñoz ha relatado que su tío quería legalizar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y, por ello, tuvo reuniones con representantes de la Junta de Andalucía, que le dijeron que podía haber una gerencia con el exasesor y una oficina de la redacción del plan, "donde Roca no podía poner ni medio pie".

"Muñoz equivocadamente se precipita y en vez de dejar aparcado a Roca, le cesa y eso desemboca en un moción de censura", ha sentenciado el exedil del GIL.

García Muñoz también ha explicado que la abogada Raquel Escobar, asesora urbanística, no advertía de las licencias ilegales y que sólo informaba a los concejales de acuerdo a la revisión del PGOU de 1998 y no de 1986.

Según el sobrino de Muñoz, Escobar nunca se pronunciaba sobre si una licencia era legal en base a la revisión del Plan, únicamente hablaba de informes favorables, y ha resaltado que la voz cantante la tenía ella y que Roca solo estaba por si había alguna duda.

García ha explicado al tribunal que Jesús Gil nunca iba a las reuniones preparatorias de la Comisiones de gobierno y ha añadido "Gil no ha acudido en su vida a nada".

También ha explicado que las reuniones preparatorias de las comisiones de gobierno no eran obligatorias y sólo eran para preparar las comisiones.

Ha insistido en que las reuniones preparatorias eran informales, que no se determinaba el sentido del voto y que únicamente se pretendía adelantar trabajo.

Respecto a las actas de las comisiones de gobierno, ha indicado que no se firmaban y que eran "un auténtico desastre", ya que se ponían puntos que no se habían tratado y ediles que no había estado aparecían como si hubiesen estado presentes.

Mostrar comentarios